LA BARBARIZACIÓN DEL EJÉRCITO ROMANO.

La barbarización del ejército romano se aceleró tras la tremenda derrota de Adrianópolis, en la que el emperador Valente y gran parte de sus 15.000 legionarios fueron aniquilados por los godos, tropas que el imperio ya no podía reponer. Ante la escasez de población dentro del imperio, y la falta de motivación, tanto trascendental como económica para alistarse en el ejército, el emperador Teodosio, sucesor del malogrado Valente hubo de convertir a unidades de segunda clase que guarnecían las fronteras (limitanei) en unidades (ficticias) de primera clase, mientras se veía obligado a aceptar a los visigodos como "foederati", que a cambio de tierras y dinero, prestaban servicio militar, pero nunca bajo oficiales romanos. A los visigodos se les unieron las unidades de auxilia, formadas por voluntarios germanos, y entre ambos pasaron a formar el grueso del ejército "romano". Las consecuencias d...