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Mostrando entradas de mayo, 2019

Buda, Thor y un soldado con cabeza de perro también son santos: Las "fake news" del santoral cristiano

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Hace unos días analizamos la figura de San Valentín, el más popular de los santos cristianos a quienes la Iglesia de Roma suprimió en 1969 del calendario litúrgico por albergar, a estas alturas, numerosas dudas acerca de su biografía (e incluso de su mera existencia). Entonces ya explicamos que los primeros siglos del cristianismo (con las persecuciones primero, y la caída de Roma más tarde) fueron una época proclive para que, en ausencia de documentación fiable, las historias reales se volvieran brumosas y se entremezclaran con el folclore, se terminaran alterando nombres y fechas, y fusionando (o dividiendo) personajes. También fue habitual otro fenómeno: el de las divinidades no-cristianas que terminaban reconvertidas en (o fusionadas con) santos cristianos, a veces como medida propagandística de la Iglesia para facilitar la cristianización, en otros casos como forma de sortearla y seguir adorando a las mismas figuras del pasado bajo otros nombres. Por eso, hoy hemos q

9 rincones de museos en los que valdría perderse toda una vida

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¿Qué nos viene a la mente cuando pensamos en museos? Supongo que depende de la persona. Habrá quién al pensar en un museo sienta todo el peso del aburrimiento, o todo un mundo lleno de posibilidades placenteras, estéticas e intelectuales. Hemos preguntado a diversas personas cuáles son sus rincones favoritos en los museos, o sus lugares especiales a los que siempre vuelven, ya sea físicamente o través de la memoria, y nos han entregado multitud de respuestas. El Museo del Prado es uno de los que cuenta con más adeptos, pero han aparecido muchísimos rincones. El Museo de Rodin; la sala El Origen de lo Hondo en el Julio Romero de Torres; El Foso patio del museo MET-Breuer de Nueva York, que es un oasis de tranquilidad en medio de Manhattan; El Palacio Fortuny de Venecia; la sala Simonet en Málaga; el Orsay; y un largo etcétera. Hay quien, como Fegere Piouh, señala que después de la borrachera pictórica le encantaba sentarse un buen rato en uno de los bancos del Claustro de

La caballería alemana en la Segunda Guerra Mundial

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Estamos acostumbrados a ver las imponentes columnas del ejército alemán formadas por una gran cantidad de tanques, vehículos blindados, transportes de tropas y camiones, pero gran parte del transporte pesado lo llevaron a cabo los caballos. En 1939, el III Reich poseía 3’800.000 caballos. 885,000 fueron inicialmente a la Wehrmacht como monturas, tiro y animales de carga. De estos, 435,000 caballos fueron capturados en la URSS, Francia y Polonia. Se compraron caballos adicionales en Hungría, Rumanía, Checoslovaquia e Irlanda. Una división de infantería alemana en el año 1939 incluía unos 1.143 vehículos de tracción animal y 5.375 caballos, frente a menos de 950 vehículos a motor (sin contar las motocicletas), algo que no cambió demasiado hasta el final de la guerra. Las escuelas de equitación, caballos y jinetes alemanes fueron de la más alta calidad y de 1930 a 1940 compitieron en todos los eventos ecuestres internacionales importantes. Su mayor logro se dio en lo

Percival Lowell, el hombre que fue Marte

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“En los últimos años del siglo diecinueve nadie habría creído que los asuntos humanos eran observados aguda y atentamente por inteligencias más desarrolladas que la del hombre y, sin embargo, tan mortales como él; que mientras los hombres se ocupaban de sus cosas eran estudiados quizá tan a fondo como el sabio estudia a través del microscopio las pasajeras criaturas que se agitan y multiplican en una gota de agua. Con infinita complacencia, la raza humana continuaba sus ocupaciones sobre este globo, abrigando la ilusión de su superioridad sobre la materia. Es muy posible que los infusorios que se hallan bajo el microscopio hagan lo mismo. Nadie supuso que los mundos más viejos del espacio fueran fuentes de peligro para nosotros, o si pensó en ellos, fue sólo para desechar como imposible o improbable la idea de que pudieran estar habitados”. Con estas palabras comienza el Libro Primero (“La Llegada de los Marcianos”) de La Guerra de los Mundos (The War of the Worlds, 1896)

Mesalina y su injusta fama

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Valeria Mesalina es una de las más famosas emperatrices romanas. ¿Por qué motivo? En el lenguaje corriente «Mesalina» significa una mujer desvergonzada; así, Mesalina ha dado su nombre a un insulto. La emperatriz es recordada por su vida privada. Los responsables de esta fama son los autores antiguos, esencialmente hombres, rencorosos frente a una mujer influyente sobre su marido y la Corte imperial. Desde hace años, las historiadoras han reestudiado las fuentes antiguas y presentado un nuevo retrato de Mesalina. Mesalina, una princesa Imperial La fecha de nacimiento de Mesalina es desconocida, pero probablemente nació en los años 20 del primer siglo después de Cristo. Valeria Mesalina es la hija de Domitia Lepida y Marcus Valerius Messala Barbatus. Si la familia de su padre pertenece a la nobleza romana, la de su madre es todavía más ilustre: en efecto, desciende de Augusto, el fundador del imperio romano. Mesalina es la biznieta de Octavia, hermana de Augusto y espo

Las impresionantes esculturas de la capilla de Sansevero

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En Nápoles, Italia, hay una pequeña capilla llamada de Sansevero, que en unos pocos metros cuadrados guarda algunas esculturas barrocas impresionantes. Entre otras, está la obra conocida como el Cristo Velado, donde el mármol no sólo se hace tela, sino que se hace tela transparente, de ahí el título que se le dio. Pero el lugar ofrece mucho más. Por si esto fuera poco, también hay algunos otros elementos que le dan un toque un poco más siniestro, como algunas máquinas anatómicas que son dos cuerpos humanos descarnados, para mostrar el sistema circulatorio de la sangre. Raimondo di Sangro, el séptimo príncipe de Sansevero, nació en 1710 y falleció en 1777, entre ambas fechas se interesó por un sin número de cosas, algunas técnicas y científicas, otras menos prácticas, relacionadas con la masonería y el esoterismo. Tenía una gran biblioteca que su hijo acabó vendiendo, junto con gran parte de los inventos y objetos que Raimondo había acumulado a lo largo de su vida. Las obras d