Helados de paila: Un regalo que se convirtió en tradición gastronómica de Ecuador

Batea con paja, hielo y sal y sobre esto la paila de bronce con helado de mora listo. "El helado tiene que quedar cremoso, natural, con sabor intenso a la fruta y que resalte su textura y su color", dicen los que elaboran este delicioso producto en la capital ecuatoriana. Hace 122 años, en la ciudad de Ibarra, provincia ecuatoriana de Imbabura, Rosalía Suárez, entonces adolescente, junto a otra amiga, no tenían qué obsequiar a una compañera que cumplía 15 años y decidieron hacerle un dulce. Probaron con jugo de fruta natural dentro de un recipiente y lo pusieron sobre una batea de madera en la que había hielo, con paja alrededor que lo conservaba, y que era traído del cercano volcán Imbabura. Comenzaron a darle vueltas y a batir y como resultado obtuvieron un helado, relata, en la entrevista el bisnieto de Rosalía. Interior de la Heladería Rosalía Suárez. A partir de entonces, Rosalía decidió comercializar los helados. Su técnica y receta se fueron p...