La fundación de Constantinopla, el nacimiento de la nueva Roma

En la tierra existen lugares privilegiados, lugares que simplemente por su emplazamiento geográfico están destinados a observar los principales acontecimientos de la historia universal. El Estrecho del Bósforo que separa Asia de Europa y más concretamente una pequeña península denominada el Cuerno de Oro que controla el paso entre los dos continentes, es sin duda uno de los mejores ejemplos conocidos. Nos remontamos al siglo VII a. C. En aquellos momentos las ciudades-estado independientes de la antigua Grecia tenían problemas de superpoblación, debido a la escasez de territorios fértiles donde plantar el trigo con el que abastecer a sus ciudadanos. Un lugar cercano, los alrededores del Mar Negro, ofrecía una magnífica oportunidad para convertirse en el granero de los griegos. Byzas, uno de estos griegos, partió de Mégara cerca de Atenas, en busca de un lugar donde asentar a sus vecinos. Como era habitual en la época pasó previamente por el Santuario de Delfos, para p...