GARCÍA DE SILVA Y FIGUEROA, EL DESCUBRIDOR DE LAS RUINAS DE PERSÉPOLIS
El reinado de Felipe III no supuso el cese de la amenaza turca a pesar de la victoria de su padre en Lepanto y ya en 1574 – tres años después de la victoria – el imperio otomano arrebataba Túnez a España y se expandía con fuerza hacia Oriente, acreditando claramente que su declive estaba aún lejos de producirse. En ese contexto el Sha Abbás I el Grande de Persia, envió en 1611 una embajada ante el monarca católico para tratar el problema turco, aclarándose las intenciones del persa cuando a finales de 1613 llegaron a Madrid desde Persia dos agustinos con una carta de Sha para Felipe III, donde le proponía una alianza militar contra los turcos. García de Silva y Figueroa Retrato de don García de Silva y Figueroa en óleo sobre lienzo por el pintor Alejandro Cabeza (2017) Así, El 15 de diciembre de 1614, parte de Lisboa – Portugal en aquel momento estaba integrada en la monarquía hispánica – una embajada enviada por Felipe III encabezada por Garc...