BENJAMIN THOMPSON, EL JAMES BOND DE LA CIENCIA.

Imaginen el siguiente argumento: un espía británico leal “a su Majestad imperial”, dispuesto a arriesgarse en diferentes misiones, que organiza ejércitos en Europa y Norteamérica, sirve a diferentes gobiernos, vive romances con bellas mujeres y recibe condecoraciones por su trabajo. Parece una película de James Bond, pero estamos hablando de una persona real: Benjamin Thompson, quién aportó al desarrollo de la Termodinámica. Thompson nació el 26 de marzo de 1753 en Woburn, Massachusetts, que era entonces una de las Colonias Británicas de Norteamérica. Brillante, a la vez que oportunista y manipulador, no temía usar a los demás para lograr sus objetivos. Por eso a los 19 años, decidido a no ser un campesino como su familia, se casó con la acaudalada viuda Sara Walker Rolfe, de Rumford (hoy Concord), New Hampshire, que le llevaba 11 años. Por entonces comenzó a trabajar como espía para el general británico Thomas Gage, reuniendo información sobre las actividades an...