LA DECLARACIÓN BALFOUR: MITOS, COLONIALISMO Y CONSECUENCIAS HISTÓRICAS.
El 2 de noviembre de 1917, el secretario de
Relaciones Exteriores británico, Arthur James Balfour, envió una carta al líder
de la comunidad judía británica, Lionel Walter Rothschild. En ella, el gobierno
británico expresó su apoyo al establecimiento de un "hogar nacional para
el pueblo judío" en Palestina. Este documento, conocido como la
Declaración Balfour, se convirtió en un hito político que marcó el inicio de un
proceso de colonización con profundas implicaciones para el pueblo palestino y
el Medio Oriente.
La Declaración Balfour no solo fue un acto
político, sino también un símbolo de la injerencia imperialista en Oriente
Medio. Bajo su marco, se legitimó la colonización de Palestina por parte de
colonos judíos europeos, quienes no tenían vínculos históricos directos con la
región. Este acto se fundamentó en narrativas religiosas y mitos históricos que
justificaban la apropiación de tierras habitadas por una población nativa que
había vivido allí durante milenios. La idea de una "tierra sin pueblo para
un pueblo sin tierra", promovida por el sionismo, invisibilizó la rica
historia cultural y humana del pueblo palestino.
Historiadores críticos como Shlomo Sand han
desmontado estas narrativas. En obras como “La Invención de Israel”, Sand
argumenta que la construcción del mito nacional israelí se basó en relatos
ficticios sobre la continuidad cultural y racial del pueblo judío desde tiempos
bíblicos. Según Sand, estas narrativas fueron diseñadas en el siglo XIX para
justificar un proyecto político que buscaba consolidar una presencia judía en
Palestina, en alianza con intereses imperialistas británicos y posteriormente
estadounidenses.
La contradicción entre los principios
expresados en la Declaración Balfour y las acciones posteriores es evidente.
Aunque el texto afirmaba que los derechos civiles y religiosos de las
comunidades no judías serían respetados, la realidad demostró lo contrario. Dos
años después, en 1919, el propio Balfour reconoció que los deseos de los
habitantes palestinos no serían consultados, priorizando las aspiraciones del
sionismo sobre los derechos de los 700.000 árabes que vivían en la región.
La Declaración Balfour tuvo consecuencias
devastadoras para Palestina. Fue el catalizador de un proceso de despojo
territorial, expulsión masiva de palestinos y establecimiento de un sistema de
apartheid que persiste hasta hoy. Además, consolidó una narrativa histórica que
justificaba estas acciones bajo el manto de derechos divinos y mitos
religiosos. Como señala el académico Walid Khalili, este documento fue "el
más destructivo del siglo XX para el Medio Oriente".
En conclusión, la Declaración Balfour
representa un acto político que perpetuó el colonialismo bajo pretextos
religiosos e históricos. Su legado continúa siendo una fuente de conflicto y
sufrimiento para el pueblo palestino, mientras que las narrativas construidas
en torno a ella siguen moldeando la percepción global sobre la región. Es
esencial analizar críticamente estos mitos para comprender las raíces del
conflicto y trabajar hacia una solución justa y equitativa.
Fuente: Pablo Jofre Leal, Telesur
Resumen, revisión y diseño: elcofresito
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