Las Cuentas de Dzi, milenarios amuletos tibetanos de origen incierto.

Cuentas Dzi. Foto: EniJew en Wikimedia Commons.

Conocidas popularmente como piedras tibetanas, las Dzi son pequeños abalorios de piedra que se usan en collares y pulseras como amuletos o talismanes. Desde que aparecieron por primera vez en la región del Tibet, en torno al año 2000 a.C. se fueron extendiendo por Asia y en la actualidad son usados en todo el mundo.

La medicina tradicional tibetana utilizaba polvo de estas piedras, por lo que muchas de las más antiguas presentan raspaduras y pequeñas marcas de extracción de ese proceso.

Existen infinidad de estas piedras, pero las más apreciadas son, evidentemente, las más antiguas, que son de ágata natural. Muchas han entrado al comercio de antigüedades y se pueden encontrar en las plataformas como Catawiki, que subasta objetos arqueológicos online certificando su autenticidad.

La fuente de origen de estas ágatas sigue siendo un misterio. Se cree que fueron introducidas en Tibet entre los años 2000 y 1000 a.C. por los soldados tibetanos que regresaban de Persia o de la antigua Tayikistán, tras participar en incursiones.

Cuenta Dzi, foto Catawiki.

También se desconocen los métodos para decorar las piedras con lineas y dibujos, aunque se cree que pudieron incluir un tratamiento con azúcares vegetales y calor, protegiendo algunas áreas con cera, grasa o sustancias similares.

Todas ellas suelen presentar orificios, realizados antes de aplicar la decoración, y tienen forma tubular o cónica. Pero también las hay con forma de ojo, originalmente creadas para contrarrestar el mal de ojo, pero a las que también se suele denominar ojos de Buda.

Ojo de Buda, foto Catawiki.

Un probable origen de las cuentas es el valle del Indo, rico en yacimientos de ágata. Sin embargo el hallazgo más temprano de una cuenta de ágata con decoración de lineas rectas y ojos se encontró en una excavación de la cultura Saka en Kazajistán. Igualmente en este caso su procedencia indica un origen similar.

Su abundancia es tal que los pastores y agricultores tibetanos suelen encontrárselas en el suelo, lo que llevó a pensar que se formaban de manera natural.

Cuenta Dzi, foto Catawiki.

En el mercado las cuentas Dzi que tienen más ojos pueden alcanzar valores de varios miles de dólares/euros. Son especialmente valiosas las que presentan manchas de cinabrio rojo, causadas por la presencia de hierro. Por eso muchos tibetanos que poseen cuentas Dzi, que han pasado como herencia de generación en generación, han empezado a utilizar reproducciones, guardando las auténticas a buen recaudo, para evitar robos o algo peor.

Algunas de estas piezas podemos encontrarlas en las subastas de Catawiki, con especial atención a un ojo de Buda de entre el año 200 y el 1000 d.C., y una cuenta Dzi de cornalina del siglo XIV procedente de la China, de la dinastía Ming, con precios de salida muy atractivos para los coleccionistas.


Fuente: Guillermo Carvajal, LBV Magazine Cultural Independiente. Revisión y Diseño: elcofresito.

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