Recuerdos del Quito antiguo: La Plaza Arenas, su historia y fotografías.

Fachada de la Plaza Arenas en 1949, ingreso por la calle Vargas.

Dicha plaza estaba situada en la calle Vargas, junto al colegio La Salle; se la construyó por obra y gracia de Don Reinaldo Flores Galindo, gran aficionado al arte de Cuchares, quién no era quiteño de nacimiento ya que vió su primera luz en la localidad de Cotacachi, (Provincia de Imbabura), aunque si residente en la capital desde su infancia.

Ésta nueva plaza estaba cubierta en sus tendidos hasta las andanadas, también tenía palcos de barrera y un callejón al estilo de los cosos españoles, contaba con un aforo de poco más de 5.000 localidades. Con diversas dependencias, como los corrales para el apartado, manga desembarco, ocho chiqueros, una buena enfermería, patio de cuadrillas y lo más novedoso, un desolladero para el despiece de las reses, servicios sanitarios y hasta una Puerta Grande.

Panorámica de la Plaza Arenas de Quito, aproximadamente en 1954.

Quito ya podía estar orgullosa de contar con una plaza de mayor importancia y sobre todo porque era la única ciudad de Sudamérica que contaba con dos cosos taurinos y en el que se celebraban festejos taurinos a la limón, en reñida competencia entre los dos empresarios: el Señor Guarderas (Plaza Belmonte) y el Señor Flores.

La plaza Arenas se inauguró el día 12 de octubre de 1930, con la presencia de una de las más grandes figuras del toreo mexicano. Juan Silveti, “El Tigre de Guanajuato”, completó el cartel el diestro José Moreno “Morenito de Zaragoza, con toros criollos del hierro de “El Pedregal”, propiedad del famoso personaje de la ciudad don Pachito Chiriboga. Como es de suponer la fecha inaugural no fue sólo un éxito, si no el acontecimiento más importante del año, al que asistió el Presidente de la República, el Gobierno en pleno, el Alcalde y todos los Ediles de la ciudad.

La Plaza Arenas de Quito, entre 1958-59.

Su vida operativa se prolongó durante tres décadas, hasta la llegada del año 1960 en que inaugura el coso de Iñaquito, tiempo en el que desaparece definitivamente este emblemático coliseo taurino. Por su arena pasaron toreros de renombre universal. Hubieron tardes o mañanas apoteósicas, que han quedado grabadas en las mentes de los aficionados de entonces.

Hermosas damas alegraban la fiesta de los toros.

Por éste entrañable coso, pasaron figuras del torero como: Los mexicanos. Silverio Pérez, Lorenzo Garza, Luis Castro “El Soldado”, Luis Procuna, David Liciaga y Chucho Solórzano. Los españoles que más huella dejaron: Juanita de la Cruz, Antonio y Ángel Luis Bienvenida, Lorenzo Pascual “Belmonteño”, Pepe Roger “Valencia III", Luis Miguel Dominguín, Antonio Ordóñez, Cayetano Ordóñez, Victoriano Posada, Mario Carrión, Bartolomé Jiménez Torres, Enrique Vera o el famoso zamorano Félix Rodríguez “El Ronco” entre otros; no debemos olvidar al rejoneador madrileño Bernardino Landete, creador del famoso par al violín;  entre los matadores ecuatorianos hay que destacar a Max Espinosa Marinero, Edgar Puente, Aníbal Vallejo “Maera de Quito” y César García. No podemos olvidar ni obviar un acontecimiento histórico en ésta plaza; la presentación de la incomparable rejoneadora Conchita Cintrón en los años 1947 y 48. La diosa Rubia del Toreo que enamoró a toda la afición quiteña y a más de uno hizo perder el sentido.



Conchita Cintrón, la rejoneadora Chilena en la Plaza Arenas de Quito en 1948.

Otro de los acontecimientos que pasaron a la historia de éste coso, fue aquella corrida benéfica organizada por la Junta Cívica el 18 de enero del año 1931, para auxiliar a los damnificados del desbordamiento del río Chanchán. En          que el máximo triunfador del festejo fue el ecuatoriano Max Espinosa “Marinero”, por tal motivo se colocó una placa en la plaza en recuerdo de dicha hazaña, con la inscripción que decía  “En ésta Plaza el torero Max Espinosa “Marinero”, mato recibiendo a su toro en la célebre corrida del Chanchán”.

Durante el invierno de los años 1958 y 1959, tuvieron lugar dos temporadas importantes, debido a la rivalidad de dos toreros ecuatorianos y quiteños, Como fueron Manolo Cadena Torres y Fernando Trasversari  “El Pando”, que dividieron en dos bandos a los aficionados, Cadenistas y Panditas, durante esos años dieron tardes importantes que aun  recuerdan los aficionados mayorcitos. 

La rejoneadora Conchita Cintrón, llegó a ser muy querida por la afición de Quito. En la foto, saluda a un tendido de la plaza Arenas, donde se consagró.

En éste coso también se dieron otros festejos dignos de mencionar y muy esperados por la afición capitalina, estos fueron: Las corridas de la Prensa, organizadas por La unión Nacional de Periodistas, en que se disputaba una oreja de oro, la del Benemérito Cuerpo de Bomberos, las de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), las benéficas como las de la Cruz Roja, sobresaliendo aquella memorable del 1 de marzo de 1959 en que torearon mano a mano. Cayetano Ordóñez y su hermano Antonio, máxima figura Mundial de esos tiempos; y, el rejoneador Bernardino Landete, con toros de casta del Pedregal Tambo, propiedad de don Arturo Gangotena. Dicho festejo fue todo un éxito tanto económico como artístico.

Toda ésta historia terminó un domingo 7 de febrero de 1960 en que la Arenas abrió sus puertas por última vez, con un festejo, en que torearon, el azteca, Jorge Aguilar “El Ranchero”, el hispano Juan Antonio Romero y el ecuatoriano Manolo Cadena Torres, despachando un encierro de Pedregal Tambo.

Entre otros actos que se presentaban en este escenario, la presentación de un concierto musical.

Aquí termina la primera parte de ésta historia, ya que a partir del mes de marzo de 1960 se inaugura la plaza de Iñaquito.

No queremos pasar por alto un festejo importantísimo en la historia taurina de Quito, como fue una corrida organizada por el desastre telúrico acaecido en la ciudad de Ambato, el 5 de agosto de 1949.

La fiesta taurina históricamente siempre se ha solidarizado ante desgracias y desastres que han conmovido a la sociedad de cualquier país, he aquí un ejemplo:

Con motivo del trágico terremoto de Ambato en el año 1949. El gobierno de España organizó una corrida de toros en beneficio de los damnificados. Trayendo desde la Península, ejemplares de las ganaderías de Pedro Domecq, Antonio Pérez de San Fernando, Prieto de la Cal, Viuda de Molero, Herederos de Montalvo, Pedro Ganaderías y Antonio Fernández de la Coba.

Una fiesta de inocentes en la Plaza Arenas, década de 1940.

El cartel estuvo compuesto por: Félix Rodríguez, Pepe Dominguín y Luis Miguel Dominguín.

El festejo se hizo en una plaza improvisada, concretamente en el fondo nor-oeste del estadio Olímpico Atahualpa, que estaba en construcción, aprovechando la media circular que ya estaba construida, cerrando el círculo con unos tendidos de madera.

Dada la importancia del festejo, asistió el Presidente de la República don Galo Plaza Lasso, el Gabinete en pleno, el Embajador de España, autoridades locales, la flor y nata de la sociedad capitalina; Partió plaza la señorita Lucía Peñaherrera, ni que decir, que todas sus dependencias se abarrotaron, recaudándose una buena cantidad de Sucres (moneda ecuatoriana por aquel entonces). La corrida fue un éxito total.

En ésta improvisada plaza se dieron otros dos festejos más. Uno de la Prensa, el 11 de junio de 1950 en que se disputó la clásica oreja de oro, con otro cartel de lujo. Raúl Ochoa “Rovira”, Jesús Córdova y Gitanillo de Triana; con ganado de Pedregal Tambo. El último festejo en ésta plaza fue una corrida de la FAE, en diciembre del mismo año. Al siguiente año dejo de existir; pues en 1951 se inauguró ya el Estadio Olímpico.

Fuente: Jorge Guevara-Segarra, OpiniónyToros. Revisión y Diseño: elcofresito

Comentarios

  1. Increible, muy buena reseña. Gracias por la información.

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  2. Sorpresa agradable encontrar y disfrutar de los recuerdos de cuando Quito era de los Quiteños. FELICITACIONES !!!

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  3. Mmmmm en la foto panorámica de la plaza es muy similar a la plaza Belmonte es más, yo diría que es la plaza Belmonte es solo mi punto de vista del resto de esta reseña me quedo más enamorado de mi hermosa ciudad.

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  4. Muy buena referencia histórica de los cosos taurinos de la ciudad de Quito, importante recalcar que la tauromaquia ha realizado eventos de beneficencia, para las personas "animalistas" que solo se la han pasado quejándose en redes sociales no haciendo algo benéfico, VIVA LA FIESTA BRAVA, QUE VUELVAN LOS TOROS A QUITO...!!!

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  5. Muchisimas gracias por tan hermosa reseña. Tuve la oportunidad de asistir a una corrida de toros en 1958, poco antes de la desaparición de tan linda plaza de toros de tinte español

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