La Guerra Fría, medio siglo de enfrentamientos (Primera parte)
El
enfrentamiento entre Estados Unidos y la Unión Soviética para imponerse y
aumentar su influencia global duró desde 1947 hasta 1991.
El
siglo XX es considerado por muchos historiadores como el siglo de las guerras.
Si la Primera Guerra Mundial marcó el comienzo del 1900 con unos 10 millones de
muertos, pronto se convirtió en un simple aperitivo en comparación con lo que
estaba por venir. Las atrocidades cometidas por todos los bandos beligerantes
durante la Segunda Guerra Mundial deberían haber saciado la sed de sangre de la
humanidad por un tiempo, pero el mundo se encontró con un nuevo enfrentamiento.
La Guerra Fría agruparía más de una docena de conflictos armados en el marco de
un choque ideológico entre Estados Unidos y la Unión Soviética.
Tras
la derrota de las fuerzas del Eje en 1945, las dos superpotencias
principalmente responsables de la victoria, sufrieron un rápido enfriamiento en
sus relaciones. El modelo capitalista liberal estadounidense y el modelo
comunista soviético no solo eran contrarios, sino que eran incompatibles (uno
no podía existir mientras lo hiciese el otro). Sin embargo, la posesión de
armas nucleares por parte de ambas partes y la destrucción que podría provocar
un enfrentamiento abierto entre ellos (científicos estadounidenses llegaron a
diseñar un ‘Reloj del Juicio Final’) hicieron que su estrategia virase hacia la
contención y se valieran de países satélite y zonas de influencia para dirimir
sus diferencias.
Así,
las siguientes cuatro décadas se convirtieron en un hervidero de pequeños
conflictos que surgían en cualquier parte del planeta. Todos ellos, aunque
pareciesen inconexos entre sí, acababan viéndose involucrados en la Guerra Fría
debido a la constante intervención de Estados Unidos y la Unión Soviética. Las
ayudas militares y económicas, los golpes de Estado y el espionaje estaban a la
orden del día en un mundo polarizado en el que pocos países llegaron a ser
realmente neutrales. Algunos de los conflictos más sonados fueron la división
de Alemania y el muro de Berlín, la guerra de Corea, la crisis de los misiles
cubanos o la guerra de Vietnam. Esta época también se caracterizó por la
proliferación de la industria armamentística nuclear.
La
Guerra Fría no se entiende sin estudiar las dos últimas décadas del siglo XIX y
los 47 años que la precedieron del XX, así como el mundo actual no se entiende
sin comprender las consecuencias estratosféricas que tuvo este duelo de titanes
que cubrió al mundo con el miedo a la destrucción total.
¿Qué es la Guerra Fría?
Se
conoce por Guerra Fría al conflicto indirecto que enfrentó a Estados Unidos y
la Unión Soviética durante la segunda mitad del siglo XX (1947-1991). Se
caracterizó por el intento de ambas superpotencias de extender sus modelos
ideológicos, económicos y sociales en zonas de influencia a través de los
llamados países satélite, evitando siempre el enfrentamiento abierto entre EEUU
y la URSS y manteniendo una situación de tensión y equilibrio de poderes muy delicada.
El enemigo de mi enemigo es mi amigo
Durante
la Segunda Guerra Mundial, el imparable avance de las potencias del Eje creó
extraños compañeros de cama al poner en el mismo bando al Reino Unido, Estados
Unidos y la Unión Soviética. Tras la derrota de Hitler y la rendición de Japón,
ese punto de unión se desvaneció y las diferencias y desconfianzas entre los
aliados surgieron como hongos radiactivos en el Pacífico.
Las conferencias de Yalta y Postdam
En
febrero y junio de 1945 se produjeron dos importantes reuniones entre los
líderes aliados: Roosevelt (relevado por Truman en la Potsdam) por Estados
Unidos, Churchill (sustituido por Atlee en la segunda) por Gran Bretaña y
Stalin por la Unión Soviética. Si bien en la primera se encontró un ambiente
distendido y de colaboración que seguía pendiente de la derrota de Alemania, en
Potsdam se hicieron palpables las primeras grietas. A pesar de los acuerdos a
los que se llegó, todo apuntaba a un nuevo conflicto entre las distintas
potencias.
La creación de la ONU
Franklin
D. Roosevelt, heredando la idea de Woodrow Wilson, fue el principal promotor de
la creación de un organismo internacional que velara por la paz mundial y
evitase nuevos conflictos a gran escala. Sucesora de la Sociedad de Naciones
(1919), la Organización de Naciones Unidas fue oficialmente establecida el 24
de octubre de 1945. Aunque pretendía servir como lugar de reunión para un mundo
multipolar, acabó siendo el escenario sobre el que EEUU y la URSS criticaban sus
políticas expansionistas y se denunciaban mutuamente, donde tiraban la piedra y
escondían la mano.
El Plan Marshall y la OTAN
Tras
la muerte de Roosevelt, el presidente Harry S. Truman optó por una política
mucho más directa que buscaba evitar el crecimiento del bloque comunista a toda
costa. La materialización de la doctrina Truman se vio a través del Plan
Marshall, un plan de ayuda económica para la reconstrucción de los países
europeos que buscaba generar un crecimiento económico y frenar la influencia
comunista (“con el estómago lleno no se hace la revolución”), y la OTAN, una
alianza militar que actuaría en defensa de cualquier país miembro ante
intrusiones soviéticas.
El Pacto de Varsovia y la COMECON
Estas
primeras medidas tomadas por el gobierno estadounidense fueron consideradas
como una amenaza directa por Stalin. Por ello, la URSS promovió una serie de
organismos que se aplicaban en toda su zona de influencia. La KOMINFORM
(heredera de la Internacional Comunista) establecía la doctrina e ideología
comunista como única opción y se aseguraba de salvaguardarla, la COMECON era la
versión soviética del Plan Marshall y promovía un sistema de ayuda y
colaboración económica y el Pacto de Varsovia respondía a la creación de la
OTAN creando un bloque militar.
Continuará….
Comentarios
Publicar un comentario
Todos los comentarios deberán guardar el respeto y la consideración hacia los demás, así como el uso de términos adecuados para explicar una situación. De no cumplirse con estos requisitos los comentarios serán borrados.