El Tesoro de Malagana: Oro, Codicia, y una Civilización Perdida Saqueada
Máscara Funeraria, presente en la exposición El Espíritu del Antiguo Oro Colombiano. (David, Flickr CC BY.
Cuando el trabajador de una plantación colombiana de
caña de azúcar cayó de lleno con su tractor en un agujero que se había abierto
repentinamente en la tierra, no imaginaba que el espectacular descubrimiento
que yacía ahí, enterrado a sus pies, conduciría a un frenético saqueo a gran
escala, asesinatos y a la destrucción de antiguos hallazgos y tumbas
pertenecientes a una rica, misteriosa y desconocida cultura.
Esta es la historia del Tesoro de
Malagana.
En 1992 el empleado de una plantación dedicada al
cultivo de caña de azúcar se encontraba trabajando en los campos de la Hacienda
Malagana, situada en la municipalidad de Palmira, en el valle colombiano del
Cauca. El terreno cedió, y tanto el hombre como su tractor cayeron al interior
de un agujero. Mientras intentaba salir de este apuro, el trabajador observó lo
que parecían objetos dorados y brillantes cubiertos de tierra. Tras una
inspección más cuidadosa, comprendió que había encontrado un tesoro, y decidió
no decírselo a nadie, sino guardar en secreto estos valiosos objetos por su
cuenta.
Poco se imaginaba este hombre, pero acababa de retirar
preciosos y antiguos objetos de las tumbas y el hipogeo de una cultura indígena
de Colombia desconocida hasta entonces.
La fiebre del oro
El empleado vendió los objetos que pudo de las recién
descubiertas tumbas, pero su secreto no duró mucho tiempo. Cuando otros
empleados y gentes del lugar comprendieron que había un tesoro enterrado en
unos campos cercanos, la noticia corrió como la pólvora, y se desató la locura
por encontrarlo. Entre octubre y diciembre de 1992, aproximadamente, unas 5.000
personas se precipitaron a la Hacienda Malagana en lo que se describió como “La
Fiebre del Oro de Malagana”. El hipogeo fue saqueado a conciencia y sin piedad
por hordas de buscadores de oro, y se tiene noticia de que al menos una persona
fue asesinada. Casi cuatro toneladas de valiosos objetos precolombinos fueron
robados del yacimiento para ser fundidos o vendidos a coleccionistas, en lo que
fue descrito con tristeza como “el botín más grandioso desde la época de los
Conquistadores.” Cientos de tumbas fueron destruidas durante el proceso.
Adorno nasal felino estilizado de Malagana (200 a. C. – 200 d. C.)
No fue hasta enero del 1993 cuando se alertó a las
autoridades de que se estaban produciendo saqueos en Malagana. Según se cuenta,
algunos de los periodistas que se encontraban en el lugar grabaron vídeos del
expolio y publicaron algunas fotos en los periódicos. La policía desplazada a
la Hacienda fue incapaz de controlar o siquiera contener el caos, impedir las
peleas entre los saqueadores o proteger el yacimiento de su completa
destrucción.
Se desconoce cuántos objetos valiosos e
irreemplazables se perdieron, fueron vendidos a colecciones privadas o
simplemente fundidos para hacerse con su oro.
El pueblo Malagana fue uno de los cuatro que formaron parte de la cultura Calima. Máscara de oro Calima, Museo del Oro de Bogotá, Colombia.
Excavaciones de rescate
En marzo de 1993, arqueólogos del Instituto
Vallecaucano de Investigaciones Científicas (INCIVA) y del Instituto Colombiano
de Antropología (ICAN) trataron de excavar el yacimiento, pero los saqueadores
aún interrumpían continuamente los trabajos y la seguridad seguía siendo
precaria, así que no quedó más remedio que posponer las investigaciones. Para
el año 1994, los cazadores de tesoros ya se habían dado por vencidos, y los
arqueólogos pudieron finalmente aprender algo más sobre esta misteriosa
cultura.
La investigación reveló que el lugar había estado
habitado entre los años 300 a. C. y 300 d. C.
Al haber sido el cementerio destruido en su mayor
parte, los investigadores centraron su atención en una zona residencial que se
encontraba a unos 500 metros de distancia.
Malagana se encuentra en la municipalidad colombiana de Palmira, en el Valle del Cauca.
La cultura Malagana
Al haberse encontrado el yacimiento bajo los campos de
caña de azúcar de la Hacienda Malagana, el complejo cultural descubierto en el
subsuelo y el pueblo hasta entonces desconocido recibieron ese nombre. El
pueblo Malagana fue uno de los cuatro que ocuparon consecutivamente el valle,
formando parte todos ellos de la Cultura Calima (200 a. C. – 400 d. C.). La
cultura Calima incluía a los Llamas, los Yotoco, los Sonso y los Malagana.
Foto 4
En “Mujeres de la Antigua América: Segunda Edición”,
las autoras Karen Olsen Bruhns y Karen E. Stothert escriben que el pueblo
Malagana prosperó en su asentamiento cercano a pantanos y tierras fértiles para
el cultivo. Los objetos que se consiguió salvar del expolio y modelos de
cerámica hallados en el interior de las tumbas de esta cultura sugieren a las
investigadoras que los Malagana vivían en casas rectangulares construidas sobre
pilares.
Bruhns y Stothert escriben en su libro que en varias
fosas excavadas se hallaron ofrendas de figuritas de mujeres en cerámica,
quizás chamanes. En cada una de estas pequeñas esculturas de jóvenes mujeres
había un cristal de roca incrustado (cuarzo cristalino).
Artesanía Malagana. Alcarraza de arcilla con forma de cangrejo, Colombia.
Poseedores de su propio estilo iconográfico
distintivo, los artesanos Malagana produjeron excelentes piezas cerámicas, la
mayoría de ellas de color blanco o terracota. También fabricaban botellas de
gran tamaño, vasijas con doble caño e instrumentos musicales de viento,
ocarinas. Su artesanía del oro y la plata era sobresaliente, a juzgar por la
información aportada por los testigos de los saqueos y los pocos hallazgos que
lograron rescatarse del yacimiento y que al día de hoy se encuentran en museos.
Pertenecen a un museo
El Museo del Oro de Bogotá informó de que había
conseguido hacerse con parte de los objetos de oro saqueados en Malagana poco
después del descubrimiento, a finales de 1992. Hasta 150 piezas de oro de
Malagana fueron finalmente adquiridas por el museo, llegándose a pagar en total
unos 500 millones de pesos a los saqueadores (aproximadamente 300.000 dólares),
en un intento de conservar los valiosos hallazgos. Esta decisión fue criticada
por algunos, que la consideraron un estímulo para el saqueo de yacimientos y el
tráfico de objetos arqueológicos. No obstante, con los objetos rescatados y la
información obtenida por los investigadores, 29 de las tumbas de Malagana que
formaban parte del hipogeo han sido reconstruidas, y se ha recuperado el
contexto arqueológico.
Otros museos consiguieron salvar algunos objetos, al
menos, tomando fotografías de ellos para conservarlas como documentación sobre
la iconografía perdida de los Malagana.
Escultura de la cultura Calima, Museo del Oro, Bogotá, Colombia
Desgraciadamente, los saqueos en la Hacienda Malagana
han continuado desde el primer asalto de 1992 (si bien en un número más
reducido), y se ha informado de incidentes durante las excavaciones en fechas
tan recientes al año 2012.
La triste realidad de los saqueos
En su “Manual de Arqueología Sudamericana” Helaine
Silverman y William Isbell observan con preocupación que solo en Perú, “se han
destruido más yacimientos arqueológicos desde la Segunda Guerra Mundial que en
los primeros 400 años que siguieron a la Conquista española. Y la destrucción
se está acelerando, tanto la provocada por los habituales saqueadores como por
otras causas, como el desarrollo económico (desarrollo agrícola, proyectos de
irrigación, etc.) o reasentamientos de población.”
La destrucción y el saqueo, tristemente, continúan hasta
el día de hoy en todo el mundo.
El cementerio y los valiosos objetos arqueológicos que
contenía el yacimiento de Malagana fueron expoliados, aunque lentamente están
volviendo a los museos, y los investigadores se están encargando de conservar y
proteger diligentemente la herencia cultural de la perdida y antigua cultura.
Fuentes: Liz Leafloor,
Ancient Origins
Yates, Donna, 2014. “Colombian
Gold Rush of 1992 & Hacienda Malagana” Trafficking Culture.
Associated Press, 1998.
Thieves Plunder Tombs in Latin America” Los Angeles Times.
Silverman, H. Isbell, W.
2008. “Handbook of South American Archaeology” Publicado por Springer.
Olsen Bruhns, K. Stothert,
K. 2014. “Women in Ancient America: Second Edition” Published by University of
Oklahoma Press.
INCIVA, 2013. “INCIVA –
Heritage Vital: Archaeology”.
Elaboración y Diseño:
elcofresito
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