Historia de la escritura
Desde hace miles de años, los seres humanos han
sentido la necesidad de transmitir mensajes a través de signos e imágenes, pero
no podemos hablar de escritura mientras no haya un conjunto de signos
organizados, y esto se da en el contexto de las primeras civilizaciones.
LOS PRIMEROS SISTEMAS DE ESCRITURA: SUMERIA
Del 3500 al 3000 a.C.
La Antigua Mesopotamia estaba dividida entre el sexto
y el primer milenio antes de Cristo en dos regiones: Sumeria al sur y el país
de los Acadios al norte. Dos regiones cuya población estaba formada por
campesinos y pastores que tenían la necesidad de fijar sus cuentas por escrito.
Este va a ser el origen de la escritura: las primeras tablillas de arcilla no
son sino relaciones de sacos de grano y cabezas de ganado.
Estos primeros sistemas de escritura surgen
inicialmente como pictogramas, dibujos simplificados que representan una cabeza
de buey, un cuenco, etc. Combinando varios de ellos se podía incluso llegar a
representar una idea, de ahí el término ideogramas.
Del 3000 al 2500 a.C.
En torno al año 2900 a.C. los pictogramas primitivos
desaparecen y de su evolución hacia conceptos más abstractos surge la escritura
cuneiforme, que recibe su nombre porque se escribía con unas cañas talladas en bisel
que dejaban unas marcas “en forma de cuña” y unas líneas que formaban una
especie de clavos (cuneus).
Este sistema de escritura fue adaptado por otras
lenguas: el acadio, el elamita, el hitita y el luvita. Posteriormente,
inspiraría además a los alfabetos persa y ugarítico.
Del 1000 al 700 a.C.
La escritura cuneiforme se fue convirtiendo poco a
poco en una manera de conservar la lengua hablada, de comunicarse, de pensar y
de expresarse, y con ella fueron transcribiendo los himnos religiosos, las fórmulas
adivinatorias y todo lo que ha pasado a denominarse literatura.
Es importante destacar la relevancia que tenían
entonces los escribas, que formaban en Mesopotamia una casta aristocrática
sumamente poderosa que se formaba en escuelas específicas.
LOS PRIMEROS SISTEMAS DE ESCRITURA: EGIPTO
Primeras formas de escribir
Un paso importantísimo va a ser la incorporación de la
fonética a la escritura, representando sonidos a través de signos lingüísticos.
Surge así la escritura de los dioses o jeroglífica, que consiste en utilizar
pictogramas para designar a un objeto fonéticamente similar al que quiere ser
representado.
Las primeras inscripciones jeroglíficas que se han
conservado datan del tercer milenio a.C., y es una escritura que se ha
mantenido prácticamente inalterada hasta finales del siglo IV d.C. Está formada
por tres tipos de signos:
Los egipcios contaban con más soportes para escribir,
como el papiro: una planta que crece en
las orillas del Nilo de cuyos tallos extraían unas finas láminas que se
ensamblaban unas sobre otras, obteniendo una superficie plana y flexible que se
secaba y pulía.
La evolución de la escritura egipcia
Escribir sobre papiro exigía mucho tiempo y
minuciosidad y por ello los egipcios desarrollaron en torno al año 3100 a.C. un
nuevo tipo de escritura “cursiva” (que corre sobre el papiro) que se ha
denominado hierática o sacerdotal y que emplea los mismos caracteres que la
jeroglífica, pero ligándolos entre sí.
Siglos más tarde, sobre el año 650 a.C., aparece una
cursiva más clara y rápida, la llamada demótica, que va a convertirse en la
escritura corriente en Egipto y que ha perdurado en la actualidad conservándose
algunos de sus caracteres en la escritura copta.
OTROS SISTEMAS ANTIGUOS DE ESCRITURA (INDIA, CHINA…)
El fenómeno de los ideogramas se da también en otras
partes del mundo, como la India y China, donde se le atribuye un origen
legendario, o Creta, cuyo sistema jeroglífico primitivo dio paso
progresivamente al Lineal A (silábico) y al Lineal B, utilizado también en la
Grecia micénica.
LA CREACIÓN DEL ALFABETO: UNA VERDADERA REVOLUCIÓN
Todos estos sistemas de escritura tienen en común que
transcriben sílabas o palabras, por lo que saber leer y escribir en estos
sistemas implicaba conocer gran cantidad de signos. Algo muy diferente a lo que
supone poseer un alfabeto, donde con una treintena de caracteres es posible
escribirlo todo.
El primer modelo de alfabeto se lo debemos a los
fenicios: es un sistema de origen desconocido que sólo tiene consonantes y que
se extendió por Grecia y otros pueblos del Mediterráneo oriental.
Paralelamente, en la zona de la actual Siria surge otro alfabeto similar el
arameo, con el que se escribirán algunos de los libros del Antiguo Testamento.
Los arameos se dispersarán hacia el este, y son los precursores de otros dos
sistemas de escritura:
El hebreo: Los restos escritos más antiguos datan del
año 700 a.C. En su forma primitiva no transcribe las vocales y se lee de
derecha a izquierda,
El árabe: las primeras inscripciones datan del 512
d.C., y se difundió gracias a la rápida expansión del islam por diversas
regiones del mundo.
Ya hemos hablado del posible origen fenicio del
GRIEGO. Ahora bien, en el norte de Grecia se hablaba una lengua diferente que
no podían transcribir los alfabetos existentes. Por esta razón, los griegos
decidirán adoptar del arameo una serie de signos para representar sus vocales:
así nacen la Alfa, la Epsilon, la Ómicron, y la Ypsilon. Hacia el siglo V a.C.
habían incorporado, además, la Iota y se sabe que podían escribir en mayúsculas
y en minúsculas.
Fuente: Yolanda Barreno, Revista de Historia
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