¿De verdad es tan nocivo el aceite de palma?
Este producto anda en boca de todos, por su ubicuidad y por
las dudas acerca de sus efectos sobre la salud.
En las galletas, en los cereales, en los snacks salados, en
los helados, en la bollería industrial, en las pizzas, en las chocolatinas...
El aceite de palma está por todas partes, y salir del supermercado sin algún
producto que lo contenga resulta muy difícil. Su carácter polémico se explica
porque cada vez más nutricionistas y científicos advierten de sus efectos
perjudiciales para el organismo.
Hasta hace unos pocos años, se trataba de una sustancia muy
apreciada. Obtenido a partir del fruto de la palma africana Elaeis guineensis
(en la imagen), que se cultiva en Malasia e Indonesia principalmente, este
aceite rebosa de vitamina E, y contiene más precursores de la vitamina A que
las zanahorias y el tomate. Esta combinación le otorga un fuerte poder antioxidante.
Mala reputación
Sin quitarle mérito a esas vitaminas, ahora las miradas de
desconfianza se dirigen hacia uno de sus principales componentes, el ácido
palmítico. Es un ácido graso mucho menos saturado que la mantequilla y que no
contiene las peligrosas y prohibidas "grasas trans", es verdad. Pero
no por eso se puede considerar saludable.
Según los expertos, el aceite de oliva sigue siendo una
alternativa mucho más recomendable para cuidarse. Mientras que el aceite de
palma puede provocar un aumento del colesterol LDL –el malo– y poner en riesgo
la salud cardiovascular, el zumo de la aceituna posee efectos cardioprotectores
probados. Eso sí, los costes de producirlo son muchísimo más elevados, lo que
explica por qué muchos fabricantes han decidido prescindir de sus servicios.
¿Hace más agresivo al cáncer?
Por si fuera poco, el año pasado, Salvador Aznar y sus
colegas del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona hallaron un
vínculo entre una dieta rica en ácido palmítico y la agresividad del cáncer.
Identificaron una proteína llamada CD36 capaz de iniciar y promover la
metástasis, y cuya actividad se potencia con la ingesta habitual de grasas
saturadas. Las pruebas con ratones con cáncer demostraron que este ingrediente
provocaba que la frecuencia de las metástasis pasase de un 50% al 100%.
Los ecologistas le han declarado la guerra
A todas estas novedades sobre lo perjudicial del aceite de
palma para la salud se une el daño que su producción produce en el medio
ambiente. Su cultivo masivo está causando deforestación, pérdida de hábitats y
unas elevadas emisiones contaminantes.
La Unión Europea incluso se ha planteado dejar de usar por
completo el aceite de palma como biocombustible de aquí a 2020, después de
saber que las importaciones de este producto en nuestro continente se vinculan
a la destrucción de un millón de hectáreas de selva, una cifra que sigue
creciendo.
"Casi todo el aceite de palma se cultiva en lugares que
antes eran bosques tropicales", afirmaba un estudio publicado hace poco en
la revista PLOS One. Las mayores víctimas de esta debacle son el orangután de
Borneo, el tigre de Sumatra y las aves del Amazonas, pero otras muchas especies
también peligran a medida que las lucrativas plantaciones de este árbol se
extienden de manera implacable.
Fuente: Muy Interesante. Revisión y diseño: elcofresito.
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