La silla eléctrica
El primer ejecutado en la silla eléctrica fue William
Kemmler, acusado y hallado culpable de asesinar a su amante con un hacha. El 06
de agosto de 1890 se ejecutó la condena en la prisión de Auburn, Nueva York;
según el relato de los cronistas que presenciaron el hecho, entre la primera y
la segunda descarga, durante el minuto que tardó en recargarse el generador, se
podía oír gemir al reo, quemado y todavía vivo.
En poco tiempo, la silla eléctrica se convirtió en el método
de ejecución más extendido en Estados Unidos y continuó siéndolo hasta 1950. El
condenado era atado a la silla y se le colocaban dos electrodos, uno en la cabeza
y otro en la pierna; la electrocución se aplicaba en dos choques de 2.000
voltios con un tiempo intermedio. El primero pretendía dejar al reo
inconsciente y romper la resistencia de la piel. El voltaje se reducía en la
segunda descarga para evitar que el prisionero se quemase. Aun así, el cuerpo
alcanzaba temperaturas que rozaban los 60º C lo que producía graves daños
internos. Cuando el proceso finalizaba, un médico debía certificar la muerte.
Si se puede llamar record, fue la ejecución de siete
personas electrocutadas en Kentucky en julio de 1929, en la mayor electrocución
masiva jamás realizada en EEUU.
El uso de la silla eléctrica comenzó a reducirse, debido a
las ejecuciones con la cámara de gas utilizada en la década de 1950.
Posteriormente aparecería la inyección
letal. Los políticos buscaban métodos más prácticos y económicos.
A pesar de que muchos estados la eliminaron, varios estados
mantienen la silla eléctrica únicamente como una opción a escoger por el reo,
como Alabama, Florida, Carolina del Sur, Tennessee o Virginia.
Fuente: Fotos Históricas. Revisón y Diseño: elcofresito.
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