Los Cinco de Cambridge.
Durante la Segunda Guerra Mundial el espionaje era un
arma de gran importancia para saber los movimientos del enemigo, pero incluso
los países aliados se espiaron entre ellos. Este es el caso de los llamados
"Los Cinco de Cambridge", un grupo de espías británicos reclutados
por NKVD, el servicio de espionaje soviético, precursor del KGB.
Los Cinco de Cambridge eran Kim Philby
"Stanley", Donald Maclean "Homer", Guy Burgess
"Hicks", Anthony Blunt "Johnson" y John Cairncross, quien
nunca reconoció haber pertenecido al grupo. Después de ser reclutados en los
años treinta, el grupo ocupó diversos puestos destacados en el Ministerio de
Asuntos Exteriores, el MI5 (servicios de contra espionaje) y el llamado por
entonces Servicio de Inteligencia Secreta (SIS, espionaje externo), más
conocido como MI6. Incluso desde la embajada de los EE.UU en Londres. Kim
Philby, llegó a ser jefe del servicio de contra espionaje frente a los
soviéticos.
Este grupo de espías, aprovechando sus puestos,
aportaron a los soviéticos mucha información sobre las posturas que adoptarían
el premier británico Winston Churchill y el presidente norteamericano Franklin
D. Roosevelt, en las diferentes cumbres que se celebraron durante la guerra entre
los "Tres Grandes", de ese modo Stalin, estaba situado en una posición
superior a la de sus aliados, ya que sabía de antemano lo que pensaban los
otros jefes de estado. Además del duro carácter de Stalin, esta situación hizo
muy difíciles las negociaciones con el líder soviético. Cuando británicos o
norteamericanos proponían algo, Stalin, se limitaba a mostrarse asombrado para
después fingir un ataque de ira que previamente había preparado. Churchill y
Roosevelt, eran desconocedores totales de la farsa urdida por Stalin.
Los Cinco de Cambridge, empezaron a pasar información a
Moscú, cuando Stalin, aún era aliado de Hitler, antes de la Operación Barbarroja.
En esos momentos Stalin, pasaba todo tipo de información a los alemanes, pero
se guardaba para si ciertos detalles, como que los británicos estaban leyendo
sus mensajes cifrados por Enigma. Si Stalin, hubiera aportado esa importante
información la guerra habría sido muy distinta. Cuando la Unión Soviética, entró
en la guerra contra el III Reich, las actividades de los espías tomó nuevas
fuerzas, pues creían que pasar información a los soviéticos no era traicionar a
su país, sino un medio para acabar con el fascismo. Los perores efectos que
produjeron a los aliados fue cuando finalizó la guerra. En esos momentos
convulsos, en los que creció la enemistad entre aliados del Este y el Oeste,
Kim Philby, proporcionó información sobre las actividades secretas británicas en
el Este, lo que costó la vida a un buen número de agentes.
Kim Philby, murió en 1988, en 1963 Burgess y en 1983 Maclean,
todos en Moscú. Anthony Blunt, falleció en el Reino Unido en 1983. John
Cairncross, en 1995.
Los Cinco de Cambridge han inspirado novelas, como El
tercer hombre y El factor humano de Graham Greene, amigo personal de Philby,
películas, como la película Another Country, que parte de una obra teatral de
Julian Mitchell, inspirada en Guy Burgess o el Tercer Hombre protagonizada por
Orson Welles y un par de series de televisión.
Fuente: Juanjo Ortiz, El Cajón de Grisom. Revisión y
Diseño: elcofresito.
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