¿Está la tumba de Jesús en Japón? Una extraordinaria leyenda.
Un remoto pueblo japonés
de solo 3000 habitantes atrae a los turistas gracias a una asombrosa leyenda,
según la cual Jesucristo falleció en Japón, a miles de kilómetros del Monte
Gólgota en Jerusalén, el lugar donde la tradición sitúa su muerte.
Jesús conversa con sus discípulos, James Tissot (1886-1894).
Algunos investigadores
japoneses opinan que la historia de Jesucristo es diferente del relato
comúnmente aceptado. Esta versión alternativa de la vida de Jesús cayó en el
olvido hasta 1935, cuando un hombre llamado Kiyomaro Takeuchi (Takenouchi)
descubrió supuestamente un antiguo documento en la prefectura de Ibaraki
(Japón). El texto de este manuscrito apócrifo daba a conocer un relato
asombroso en el que se afirmaba que Jesucristo fue enterrado en la localidad
japonesa de Herai, perteneciente a la prefectura de Aomori. Además, en el
documento se puede leer que Jesús fue enterrado en Herai junto con su hermano.
El texto parecía realmente auténtico, y no había razón para dudar de que se
tratara de un original. No obstante, el gobierno japonés decidió vetarlo y
mantenerlo en secreto. Se convirtió en parte de la colección del museo de
Tokio, bombardeado durante la Segunda Guerra Mundial. Todos los archivos del
museo quedaron destruidos por las bombas; sin embargo, la familia Takeuchi
había realizado copias del manuscrito religioso antes de informar a las
autoridades de su descubrimiento. Estas copias abrieron la puerta a una
ancestral y olvidada leyenda nipona.
La tumba legendaria
Una de las copias de este
documento se encuentra en la actualidad expuesta en un pequeño museo de la
localidad de Shingo (conocida tradicionalmente como Herai), cerca de la famosa
«Tumba de Jesús». El análisis del texto demostró que había sido escrito
originalmente en japonés antiguo. En la actualidad no hay demasiada gente que
conozca este tipo de escritura como para leerlo con facilidad, y este hecho
hace casi imposible falsificar un manuscrito de este tipo.
Copia del documento expuesta en Shingo (Japón).
Por otro lado, la primera
investigación lingüística demostró que el topónimo tradicional «Herai» no
pertenece a la lengua japonesa, sino que es sorprendentemente similar a la
palabra «Hebrai», que significa «hebreo». En la antigua lengua hebrea la
palabra «Herai» se asemeja a la expresión «una montaña».
Según la descripción que
figura junto a la tumba:
«Cuando Jesucristo tenía
21 años, vino a Japón y buscó la sabiduría de la divinidad durante 12 años.
Volvió a Judea a la edad de 33 y se entregó a su misión. Sin embargo, en aquel
tiempo las personas de Judea no aceptaron la doctrina de Jesús. En lugar de
eso, le apresaron e intentaron crucificarle. Su hermano menor, Isukiri,
casualmente ocupó su lugar y murió en la cruz. Cristo, que escapó a la
crucifixión, soportó los avatares de la travesía y volvió de nuevo a Japón. Se
instaló justo aquí, en la aldea conocida como Herai, y murió a la edad de 106
años. En este lugar sagrado, se ha dedicado un túmulo funerario a deificar a
Cristo, y a su izquierda la tumba de su hermano Isukiri».
Otra versión de la
historia
Se conoce otra versión de
este relato por el libro «La profecía de Thiaoouba», escrito por Michel
Desmarquet, quien intentó descubrir la realidad de la historia de Jesús en
Japón. Según la versión descrita por Desmarquet, Jesús abandonó su hogar a los
14 años y llegó a Japón con 50. Allí se casó y tuvo tres hijas. Supuestamente
enseñó sus normas acerca de cómo vivir, pero parece que en el transcurso de sus
viajes a lo largo de Asia, sus enseñanzas se volvieron más globales de lo que
habían sido hasta entonces. Ya en Japón, vivió en Herai unos 45 años y murió
cuando tenía cerca de 100 años. La versión japonesa de la vida de Jesús nos
cuenta que su hermano era dos años más joven que él. Parece ser que fueron
enterrados en el mismo lugar. Los arqueólogos han buscado pruebas de la
presencia de un enterramiento en la supuesta Tumba de Cristo de Shingo, como
huesos, dientes u objetos. Por desgracia, no han descubierto nada parecido
hasta ahora. El monumento se encuentra en un monte y debe su forma al terreno.
En la actualidad también hay en la tumba cruces y otros símbolos típicamente
cristianos.
Una presunta prueba
—circunstancial— que confirmaría la extraña conexión entre las lenguas japonesa
y hebrea es una antigua canción que es conocida en Herai desde hace 2.000 años.
Esta canción incluye en su letra la frase: Nanya Do Yara Nanya Do Nasareno
Nanya Do Yara, que significa ‘¿Qué es esto? ¿Qué está pasando? ¿Qué vais a
hacer?’ Según el Dr. Tom J. Chalko, si se repiten muchas veces, estas palabras
tienen un significado diferente. La primera parte de la frase citada
anteriormente (Na-nee-ya), traducida del hebreo, significaría ‘Soy YO, Joshua,
el niño dado por Yehova (Yah)’. El investigador cree que esta frase se asemeja
al hebreo que conocemos de los textos escritos en los tiempos de Jesús.
¿Estuvo realmente Jesús en
Japón?
Parece muy improbable que
Jesús consiguiera escapar a la crucifixión y huyera del Medio Oriente. Pero de
haber sido así, quizás habría elegido el mismo destino que María Magdalena. En
ese caso habría viajado al sur de Francia y vivido allí con su familia. ¿Por
qué razón habría viajado Jesucristo a Japón? En Asia se conocen unas cuantas
historias más acerca de un hombre sabio llegado del Medio Oriente tras una
larga travesía. Fue visto en la India, Nepal e incluso China. En la región de
Cachemira, aún se venera en nuestros días otra tumba de un sabio llamado Jesús.
Es casi imposible que tantas historias de tan distantes regiones de Asia no
tengan razón de ser. Especialmente cuando se reconoce que durante muchos siglos
el cristianismo no fue una religión demasiado popular en Asia.
Tumba de Cristo, Shingo, Aomori, Japón.
No obstante, podría
habérsenos escapado algún detalle oculto en esta historia. Es posible que uno
de los discípulos de Jesús, quizás incluso uno de sus apóstoles, viajara a
Asia. Llegados a este punto, debemos recordar que en la antigüedad la palabra
«hermano» podía utilizarse cuando dos hombres eran parientes, pero también si
existía un estrecho vínculo entre ellos, si eran grandes amigos por ejemplo.
Mártires cristianos de Nagasaki (Japón), siglo XVII.
¿Fueron estos viajeros
simplemente seguidores de Cristo que querían dar a conocer el mensaje de su
Maestro? ¿Es posible que fueran fugitivos huidos de su país tras la ejecución
de Jesús para no correr su mismo destino? Quizás nunca lleguemos a conocer la
respuesta a estas preguntas…
Prefectura de Aomori (en rojo), lugar de la supuesta tumba.
Referencias: MysteryPlanet (08.06.2016). Revisión y Diseño: elcofresito.
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