Samoset, el primer nativo que contactó con los peregrinos del Mayflower y les sorprendió porque ya hablaba inglés.
La sorpresiva visita de Samoset a Plymouth. Imagen de North Wind Picture Archives.
El caluroso 16 de marzo de
1620 los colonos de Plymouth, aquellos puritanos que habían llegado a bordo del
Mayflower y hoy son conocidos en EEUU como padres peregrinos, estaban reunidos
en la casa comunal para el oficio religioso cuando se quedaron estupefactos: un
nativo solitario caminaba por el centro del pueblo y llegaba hasta el edificio,
tan tranquilo, como si estuviera en su propio poblado, dándoles la bienvenida
en inglés. Ese hombre, descrito como alto y derecho, dotado de una larga
melena, que apenas vestía un taparrabos y mocasines portando un arco con
flechas, se llamaba Samoset y ha pasado a la Historia como el primer nativo que
estableció contacto con aquel asentamiento.
La presencia de los
europeos allí era muy reciente. El Mayflower, un barco de unos 27 metros de
eslora y 180 toneladas, había zarpado del Plymouth inglés exactamente seis
meses antes y tras una penosa travesía arribaba a la bahía de Cape Cod para
luego fondear en Cape Harbor, lugar conocido porque antes, en 1602, estuvo la
expedición de Bartholomew Gosnold, uno de los que intentaron establecer una
colonia inglesa en la costa noreste del continente tras los sucesivos fracasos
que siguieron a la misteriosa desaparición de la de Roanoke.
De Roanoke sólo quedó la misteriosa palabra croatan grabada en el tronco de un árbol. Imagen de North Wind Pictures.
La gente de Gosnold fue la
que por fin consiguió su objetivo en Virginia fundando el pueblo de Jamestown.
Y aunque él murió de malaria, su sucesor John Smith se convertiría en otro
personaje inmortal de la historia norteamericana tras su relación con la
indígena Pocahontas y el padre de ésta, Powhatan. El caso es que primero
recalaron en lo que bautizaron como Cape Harbor y el capitán del Mayflower conocía
por ello su ubicación. Allí desembarcó a aquel peculiar grupo de personas,
perseguidas en Inglaterra y Holanda por su extrema devoción religiosa, para los
que no se encontró más salida que llevarlos al Nuevo Mundo en un viaje
financiado por la Compañía de Virginia, al que también se incorporaron otros
emigrantes a los que los primeros llamaban “los extraños” frente a la
denominación que recibía de éstos, “los santos”.
Queda claro, pues, que no
se llevaban muy bien pero tuvieron que comprometerse a colaborar porque
llegaban a una tierra nueva y hostil. De hecho, al segundo día de su estancia
sufrieron un ataque, una lluvia de flechas surgida de la espesura que
rechazaron con una descarga de mosquetería sin más porque el enemigo se
mostraba siempre huidizo. Aquel incidente les hizo buscar un sitio más acorde
para establecerse y lo encontraron poco después en un puerto que ofrecía abrigo
para la nave, agua corriente y una pequeña colina que permitía dominar el
entorno. Y a pesar del frío y la humedad, iniciaron la construcción del pueblo
-dos filas de casas en torno a una calle- al que llamaron New Plymouth, en el
actual estado de Massachussets.
La parte sur de Nueva Inglaterra en la época de los hechos, con la distribución de las tribus indias. Imagen de AnthroMimus en Wikimedia Commons.
En ésas estaban cuando
llegó Samoset (cuyo nombre significaba casualmente algo así como “el que se
acerca mucho”), pasmando a todos no sólo por su despreocupada presencia sino
porque hablaba algo de inglés debido a que, dijo, lo había aprendido de los
pescadores de esa nacionalidad que iban a faenar hasta la isla de Monhegan o
Monchiggon, donde él vivía y que estaba a cinco días de distancia; es posible
que confundiera el Mayflower, anclado en la bahía, con otro barco de pesca.
Samoset añadió que aquel lugar donde estaban se llamaba Patuxet y había quedado
desierto cuando sus pobladores, los wampanoag, lo había abandonado cuatro años
antes a causa de una epidemia; eso explicaba por qué los peregrinos encontraron
campos con restos de cultivos de maíz.
Samoset fue agasajado con
galletas, mantequilla y queso -que le ofrecieron en vez de la cerveza que
pidió- mientras continuaba conversando. Aunque estaba viviendo con una tribu
wampanoag liderada por el sachem (jefe supremo) Massasoit, él era abenaki,
pueblo del actual Maine (de ahí el contacto con los pescadores, pues allí
habían levantado una factoría); todos formaban parte del grupo lingüístico
algonquino y habitaban esa región junto a los nausitas, que eran los indios que
les habían atacado porque tiempo atrás un barco esclavista inglés se había
llevado a varios de los suyos.
Otra visión del primer contacto. Imagen de North Wind Picture Archives.
El insólito invitado, que
además resultó ser un sagamor (jefe, según unos autores, equivalente a sachem y
según otros subordinado a éste), estuvo en Plymouth todo el día e incluso pasó
la noche en casa de uno de los vecinos, un tal Stephen Hopkins, aunque
vigilado. Por la mañana le regalaron un cuchillo y unas baratijas y él se
despidió con la promesa de volver con pieles de castor para comerciar. Así fue;
al cabo de unos días regresó acompañado de varios indios a los que se les
ofreció comida pero no hubo trueques porque era domingo, día de descanso.
Cuando los indios se fueron se descubrió que habían robado algunas
herramientas.
Samoset, que se quedó unos
días por indisposición, marchó luego en su busca con nuevos regalos (ropa
europea) y reapareció con un wampanoag patuxet llamado Squanto que hablaba
inglés aún mejor que él porque era uno de los que fueron llevados a Inglaterra
por la expedición de Thomas Hunt en 1614. En realidad, los ingleses le habían
vendido en Málaga, donde lo compraron unos frailes que lo educaron en el
cristianismo, pero luego pudo desplazarse a Inglaterra y retornar a América en
1619. Allí se encontró con que los suyos se habían ido, así que se quedó a
vivir con la tribu de Massasoit. Squanto, también conocido como Tisquantum, no
sólo no guardaba rencor a los ingleses sino que resultó fundamental al
enseñarles a cultivar maíz, pescar y ahumar arenques.
Samoset y Squanto parlamentan con los colonos. Imagen de dominio público en Wikimedia Commons.
Los dos nativos ejercieron
el papel de intermediarios, acordando una reunión del jefe Massasoit con John
Carver, al que sus compañeros habían elegido gobernador. El encuentro se llevó
a cabo el 22 de marzo con cordialidad, alcanzándose un pacto de ayuda mutua y
el compromiso de colaborar en una defensa común, ya que los wampanoag estaban
amenazados por los narragansett, una tribu algonquina de Rhode Island, mucho
más numerosa. Gracias a la diplomacia los colonos pudieron superar el terrible
invierno, aún cuando murieron la mitad de ellos en apenas tres meses a causa
del escorbuto y otras enfermedades, y del medio centenar que sobrevivió casi
ninguno estaba sano. El propio Carver falleció, sustituyéndole William
Bradford, que dejó un relato de aquellas vivencias.
Fueron los indios los que,
como decía antes, salvaron la colonia esa primavera al proporcionar maíz y
mostrar cómo se sembraba. De esa forma, al llegar el otoño se obtuvo una buena
cosecha que les aseguraba poder afrontar el siguiente invierno en mejores
condiciones y lo celebraron invitando a la tribu: Massasoit acudió con 90 de
los suyos el cuarto jueves de noviembre y todos juntos disfrutaron de un banquete
que originó el actual Thanksgiving Day o Día de Acción de Gracias en EEUU
(aunque algunos estudios apuntan a que ya se hacía antes en Virginia e incluso
en la Florida española). Era el cuarto jueves de noviembre de 1621 y Plymouth
se asentó definitivamente, si bien fue una colonia modesta que una década
después no pasaba de trescientos habitantes.
El primer Thanksgiving en Plymouth, 1621 (Jean Leon Gerone). Imagen de dominio público en Wikimedia Commons.
Eso sí, la paz no duró
mucho. Al año siguiente un aventurero llamado Thomas Weston obtuvo permiso para
instalarse con 67 personas en el vecino territorio de Wessagusset, donde no
llevaron precisamente una vida ordenada. Los indios se hartaron de ellos y se
produjo un serio enfrentamiento armado que auguraba un futuro muy diferente al
que pretendían Massasoit y Carver. En noviembre de ese 1622 murió Squanto,
presuntamente de viruela y tras caer en el desprestigio antes los wampanoag por
apropiarse ilegalmente de bienes suyos.
De Samoset se pierde el
rastro en las crónicas -en alguna de las cuales es nombrado Somerset- hasta que
reaparece en 1624 en su región natal de Maine haciendo tratos con el
comerciante inglés Christopher Levett, marino, explorador y escritor que fue
fundador de Portland, gobernador de Plymouth y Virginia, y dejó una obra
titulada A voyage into New England. Samoset le llamaba primo y le concedió el
monopolio del mercadeo de pieles, algo que enfureció a otras compañías inglesas
interesadas, que adoptaron represalias deteriorando sin remedio la convivencia
entre indios y blancos. No obstante, Samoset procuró mantenerse al margen de
los conflictos y continuar su papel de mediador, convencido de que la amistad
con los ingleses era necesaria y hasta beneficiosa para evitar guerras,
hambrunas o cacerías de esclavos.
Massasoit negociando con los colonos. Imagen de dominio público en Wikimedia Commons.
Por esa razón, el 15 de
julio de 1625 firmó la que fue la primera transacción oficial de tierras a los
colonos: 12.000 acres (4.856 hectáreas) en Pemaquid Point que adquirió John
Brown; paradójicamente, ese contrato -posteriormente imitado por otros que hizo
Massasoit- constituía la demostración jurídica de que los verdaderos dueños del
lugar eran los indios, no la corona británica. Después, en 1653, la rúbrica de
Samoset vuelve a aparecer en otra escritura de compraventa pero para no saberse
ya más de él. Si falleció entonces, como comúnmente se cree, tendría unos 63
años de edad, ya que se estima su fecha de nacimiento en torno a 1590, y
estaría enterrado en la virginiana localidad de Bristol.
Fuentes: Pieles rojas.
Encuentros con el hombre blanco (Victoria Oliver)/Mourt’s relation or journal
of the plantation at Plymouth (Henry Martyn Dexter, ed)/They came for freedom.
The forgotten, epic adventure of the Pilgrims (Jay Milbrandt)/Paper sovereigns.
Anglo-native treaties and the law of nations, 1604-1664 (Jeffrey
Glover)/Massachusetts biographical dictionary (Caryn Hannan)/Wikipedia. Jorge
Álvarez, LBV. Revisión y Diseño: elcofresito.
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