Pantero, el legionario romano al que se atribuyó la paternidad de Jesús de Nazaret
Ejemplo de soldados romanos.
Orígenes de Alejandría,
uno de los padres de la Iglesia y pilar de la teología cristiana junto a San
Agustín y Santo Tomás, publicó en el año 248 d.C. sus ocho libros -Contra
Celsum-, cuyo título es bastante elocuente: se trata de una refutación del
ataque al cristianismo hecho por Celso en su obra discurso verdadero contra los
cristianos, en la que se burla de Jesús de Nazaret asegurando que sólo era el
hijo resultante del amancebamiento entre una judía y un soldado romano.
Las tesis de este célebre
filósofo pagano se enmarcaban en un contexto concreto, el período en el que la
nueva religión se difundía imparablemente por el Imperio Romano poniendo en
peligro sus tradiciones clásicas (Celso era griego) e incluso el propio estado,
ya que se empecinaba en supeditar su autoridad a la de Dios, por lo que
intentaba desacreditarla y abogaba por el retorno al culto de los dioses de
siempre. En ese sentido recogía iniciativas anteriores y similares de otros
autores como Plinio el Joven.
Busto de Celso en mármol. Foto de Jastrow en Wikimedia Commons.
Celso trataba
despectivamente a los cristianos al considerarlos incultos y superticiosos,
constituyendo el estrato social más miserable donde prendía especialmente la fe
de Cristo. Asimismo, criticaba que muchos de sus postulados estaban tomados de
otros credos de la época, desde sufrir tortura por los demás a los milagros,
pasando por la resurrección; por cierto, consideraba que morir en la cruz,
reservado entonces a los reos de más baja estofa, era algo indigno de una
divinidad. En suma: “Hay una raza nueva de hombres, nacidos ayer, sin patria ni
tradiciones, unidos contra todas las instituciones religiosas y civiles,
perseguidos por la justicia, universalmente marcados de infamia, pero que se
glorían de la execración común.”
De toda esa diatriba nos
interesa aquí especialmente la del origen de Jesús. Por supuesto, descartaba la
concepción divina pero es que especificaba que su madre, María, lo había
engendrado con un legionario llamado Pantero (o Pantera). Orígenes se esforzó
en rebatir todo eso y en el 250 d.C. fue condenado a prisión por Decio, que
impulsó una dura persecución contra los cristianos cuando éstos se negaron a
obedecer el edicto que les exigía realizar un sacrificio y un juramento de
fidelidad al emperador. Orígenes moriría cuatro años después como resultado de
los meses de tortura a que fue sometido.
Orígenes en una ilustración posterior a su época. Imagen de dominio público en Wikimedia Commons.
Hacemos ahora un
importante salto en el tiempo hasta octubre de 1859. Mientras trabajaban en las
obras del ferrocarril en el barrio de Bingerbrück, en la ciudad de Bingen
(estado alemán de Renania-Palatinado), unos obreros encontraron varios
enterramientos correspondientes a legionarios romanos. Se sabía que a finales
del siglo I a.C. había allí un asentamiento celta sobre el que Druso el Mayor,
el hermano de Tiberio, mandó construir un castellum para las fuerzas auxiliares
de la Legio IV Macedónica, como era el caso de la Cohors III Delmatarum o,
posteriormente, los vexillationes (destacamentos) de la Legio XIV Gemina Martia
Victrix y la Legio XXII Primigenia.
Según indicaba la
inscripción de una de las lápidas (actualmente conservada en el Museo
Römerhalle de la localidad de Bad Kreuzach), uno de los soldados sepultados
allí se llamaba Tiberio Julio Abdes Pantera, nacido en el año 22 a.C. y
fallecido en el 40 d.C. El texto dice literalmente:
Tib(erius) Iul(ius) Abdes
Pantera
Sidonia ann(orum) LXII
stipen(diorum) XXXX miles
exs(ignifer?)
coh(orte) I sagittariorum
h(ic) s(itus) e(st)
La lápida de Pantero en el Museo Römerhalle de Bad Kreuznach. Foto de Pudelek en Wikimedia Commons.
El nombre resulta un tanto
confuso porque mientras Tiberio Julio es latino, Pantera es de origen griego,
lo que indica la probable nacionalidad de aquel militar, que quizá habría
obtenido la ciudadanía romana recibiendo como premio el prenomen y nomen. Lo realmente
curioso es el cognomen Abdes, que es semítico y deriva de la palabra aramea
ebed (siervo de Dios), algo que parece reforzar la reseña a Sidón (un puerto
fenicio). Se sabe que en la Judea de entonces era relativamente común llamarse
Pantera, sobre todo en el ámbito castrense, acaso por asimilación a la fiereza
del animal homónimo.
Eso proporciona una visión
más amplia sobre este legionario en concreto, ya que estuvo alistado cuarenta
años, casi el doble de lo acostumbrado (el servicio normal era por veinticinco
años) y situamos geográficamente a la I Cohors Sagittariorum, de la que él
podría haber sido portaestandarte (suponiendo que exs signifique signifer),
acantonada en Judea durante el reinado de Tiberio, antes de ser redestinada a
Germania. Hay, pues, una evidente vinculación del agnomen Pantera con la región
de Palestina.
Dibujos de lápidas encontradas en Bingen. Imagen de dominio público en Wikimedia Commons.
Ya en su momento Orígenes
recriminó a Celso que no aportase ninguna prueba de su acusación sobre la
paternidad de Jesús por decir que su madre fue “condenada por adulterio y tenía
un niño por un cierto soldado llamado Panthera”. Ciertamente, Celso no ofrece
evidencia alguna de la veracidad de su teoría, cosa difícil pues de hecho
apenas hay referencias documentales del Cristo histórico más allá de los
evangelios y las reseñas de los clásicos hechas a partir de la obra del
historiador judeo-romano Flavio Josefo.
Es posible que recordase
las operaciones militares realizadas en Séforis (pueblo galileo cercano a
Nazaret que Herodes Antipas rebautizaría como Autocratis tras restaurarlo
después de un arrasador incendio) entre los años 10 y 3 a.C., aquellos en los
que Cristo pudo ser concebido. En tal situación, Celso habría establecido un
paralelismo jocoso entre el nombre Pantera, común en el ejército como decíamos,
y la palabra griega parthenos, que significa virgen. Así, de Hijo de la Virgen
se habría pasado a Hijo de Pantero.
Legionarios durante la Segunda Guerra Judía (Peter Dennis). Imagen Pinterest.
De esa confusa mezcla
vendría también la expresión Yeshu ben Pantera (Jesús, hijo de Pantera) que
abunda en la tradición medieval judía y figura en el Talmud. El libro sagrado
hebreo identifica a Jesús como Ben Stada, en palabras del rabino Hisda: “El
marido era Stada, el amante era Pantera (…) La madre era Miriam”.
O sea, que Jesús era hijo
de Pantera, el amante de su madre, pero se le llamaba Ben Stada porque ese
epíteto, Stada, se daba también a María (la Miriam mencionada), al significar
algo así como infiel. Para ser exactos, esta explicación no figura en todos los
talmuds sino en el de Jerusalén, al igual que en el Tosefta (la otra fuente
rabínica junto con la Mishná) y en el Kohelet Rabbat (una especie de versión
comentada del Eclesiastés).
Estudiando el Talmud (anónimo). Imagen de dominio público en Wikimedia Commons.
Libros religiosos al
margen, también la recoge el Sefer Toledot Yeshu, una biografía alternativa y
difamatoria de Jesús en la que se le retrata como un mago, impostor, violento e
inmoral. Fue muy popular entre los judíos de bajo nivel cultural desde la Alta
Edad Media, si bien los eruditos nunca lo tomaron en serio porque su
composición no fue contemporánea del personaje sino tardía, posterior al siglo
IV, con la finalidad probable de frenar las conversiones al cristianismo. El
Sefer Toledot Yeshu tuvo un efecto contraproducente en la comunidad judía al
ser esgrimido por los antisemitas como prueba de su animadversión contra
Cristo.
Más aún, también hay
fuentes cristianas que se hacen eco del vínculo entre Jesús y el nombre Pantero
o Pantera, aunque de forma indirecta. Es el caso de Epifanio de Salamina, otro
de los Padres de la Iglesia, que en el siglo IV dijo que el abuelo de Jesús,
Santiago, era conocido por ese apodo; seguramente su intención era echar abajo
una leyenda ya muy extendida pero también esto sería objeto de manipulación
para demostrar que la ascendencia de Cristo no era judía.
El caso, como vemos, es
que la leyenda sobre el legionario romano tenía precedentes muy antiguos que,
no obstante, hoy en día ningún historiador considera probables.
Fuentes: Los mitos de Jesús (Bernd Kollman)/Jesus in
the Talmud (Peter Schäfer)/The Jesus dynasty. The hidden history of Jesus, his
royal family, and the birth of Christianity (James D. Tabor)/Contra Celso
(Orígenes)/Discurso verdadero contra los cristianos (Celso)/Jesus outside the
New Testament. An introduction to the ancient evidence (Robert E. Van
Voorst)/Wikipedia. Jorge Álvarez, LBV: https://www.labrujulaverde.com/2018/01/pantero-el-legionario-romano-al-que-se-atribuyo-la-paternidad-de-jesus-de-nazaret
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