Sarayaku, el pueblo indígena ecuatoriano que se resiste a la extracción petrolera en su territorio
Proyecto Kawsak Sacha.
La comunidad ha presentado
a nivel internacional su propuesta Kawsak Sacha, con la que incentivan a dejar
los recursos naturales bajo tierra y hacer frente al cambio climático.
Sarayaku es un pueblo
indígena, de alrededor de 2.000 habitantes, ubicado en el centro sur de la
Amazonía de Ecuador, en la provincia de Pastaza, que ha luchado en los últimos
años contra la extracción de todo tipo de recursos en su territorio, en
especial petroleros, y recientemente lanzaron su propuesta Kawsak Sacha [en
español Selva Viviente], que busca la protección de sus territorios y luchar contra
el cambio climático.
Este pueblo de la etnia
kichwa está asentado en un lugar al que "solo se llega por vía aérea o por
río [dos o tres días a través del Bobonaza]" y viven de la "caza,
pesca y de la agricultura", dice en entrevista con RT Mirian Cisneros,
presidenta de Sarayaku.
Cascada en la selva, cerca de Sarayaku.
El pueblo fue reconocido
legalmente en 1979, cuando se le designó como Centro Alama Sarayacu; nombre y
estatus que fue cambiado en 2004, desde que fue nombrado Pueblo Originario
Kichwa de Sarayaku, por el Consejo de Desarrollo de las Nacionalidades y
Pueblos del Ecuador (CODENPE).
"La lucha de Sarayaku
es contra las empresas petroleras, porque no queremos que en nuestro territorio
entren las empresas a destruir la selva, la tierra, la vida que hacemos en
armonía con nuestra gente, en comunidad". Mirian Cisneros, presidenta de
Sarayaku.
Asentado sobre unas
135.000 hectáreas, está conformado por siete centros comunitarios: Kali Kali,
Sarayakillu, Chuntayaku, Shiwakucha, Puma, Kushillu Urku y Mawka Llakta; y
cuenta con una gran biodiversidad, como sacha (en español selva), yaku (ríos),
allpa (tierra y subsuelo) y wayra (aire), que procuran proteger.
La resistencia contra la
CGC
"La lucha de Sarayaku
es contra las empresas petroleras, porque no queremos que en nuestro territorio
entren las empresas a destruir la selva, la tierra, la vida que hacemos en
armonía con nuestra gente, en comunidad", dice Cisneros.
El único intento para
extraer el petróleo en territorio Sarayaku fue con la entrada
"inconsultamente" —dice Cisneros— de la argentina Compañía General de
Combustibles (CGC), a la que el Estado ecuatoriano le concesionó, en 1996, el
bloque petrolero 23, que comprendía 200.000 hectáreas, gran parte de ellas
afectando directamente a este pueblo indígena.
La CGC comenzó, en 2002,
la exploración sísmica [etapa para localizar las rocas porosas que almacenan
los hidrocarburos], "sembraron los explosivos, las pentolitas",
explica Cisneros.
Pero Sarayaku hizo
resistencia. El pueblo se declaró en emergencia y durante seis meses formaron
los 'Campamentos de Paz y Vida', conformados por entre 60 y 70 personas, que se
instalaron en los linderos de su territorio para defenderlo.
Joven de Sarayaku participa en una actividad cultural comunitaria. Kawsak Sacha.
En 2003, las comunidades
indígenas acudieron a la Justicia local, pero luego llevó el caso a instancias
internacionales, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH),
que aprobó la admisibilidad del caso en 2004. Finalmente, en 2012, la entidad
emitió una sentencia a favor de la comunidad indígena.
La corte determinó, de
acuerdo al fallo, que "el Estado es responsable por la violación de los
derechos a la consulta, a la propiedad comunal indígena y a la identidad
cultural", así como "por haber puesto gravemente en riesgo los
derechos a la vida e integridad personal".
Por ello dispuso que el
Estado ecuatoriano debía "neutralizar, desactivar y, en su caso, retirar
la pentolita en superficie y enterrada en el territorio del pueblo
Sarayaku", acción que hasta la fecha no ha sido acatada, pues los
exposivos siguen en el terreno, según denuncia Cisneros. También demandó que el
Gobierno organizara un acto público de reconocimiento de su responsabilidad en
el caso y el pago de una indemnización.
Amenazados
En las asambleas y
congresos que ha realizado el Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku han acordado
"que en ese territorio no van a entrar las empresas petroleras", dice
su presidenta.
En este sentido, denuncia
que "estamos siendo amenazados en el territorio", porque la XI Ronda
Petrolera, que se licitó en 2013, también afecta a territorios vecinos a
Sarayaku, con los bloques petroleros 83, 74 y 79.
Además, dice,
"Ecuador actualmente está apuntando a seguir expandiendo su actividad
extractiva en la Amazonía, eso nos preocupa".
Kawsak Sacha
En julio pasado,
justamente en aras de brindar protección a su territorio y el de otras
comunidades indígenas, el pueblo de Sarayaku presentó la Declaratoria Kawsak
Sacha - Selva Viviente.
El concepto que plantean
es que Kawsak Sacha o la Selva Viviente "es un ser vivo, con conciencia,
constituido por todos los seres de la selva, desde los más infinitesimales
hasta los más grandes y supremos", dice el texto, que "incluye a los
seres de los mundos animal, vegetal, mineral, espiritual y cósmico, en
intercomunicación con los seres humanos, brindándoles a estos lo necesario para
revitalizar sus facetas psicológicas, físicas, espirituales, restableciendo así
la energía, la vida y el equilibro de los pueblos originarios".
De acuerdo a ese concepto,
el proyecto tiene tres objetivos puntuales, explica Daniel Santi, coordinador
de la propuesta:
Reconocimiento, por parte
del Estado ecuatoriano, a Kawsak Sacha – Selva Viviente como ser vivo,
consciente, sujeto de derecho.
Declarar al territorio
libre de mercantilismo extractivo y que todos los recursos queden bajo tierra
por perpetuidad.
Reconocimiento como
patrimonio cultural y de biodiversidad de los espacios territoriales de los
pueblos indígenas.
Comunidad del Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku reunida. Kawsak Sacha.
Santi dice que "es
una propuesta construida desde la visión propia de los pueblos originarios",
que consideran que "en la selva existen diferentes nichos ecológicos, como
las lagunas, las montañas, los árboles grandes, las cascadas, los pantanales,
los saladeros de los animales", en los cuales "hay seres protectores,
que también cuidan y comparten, como nosotros, con la naturaleza". Por
ende, piensan que "estos seres necesitan la protección, como nosotros
mismos".
La propuesta, que no es
nueva —ya que fue adoptada en una asamblea del pueblo Sarayaku realizada en
diciembre de 2012—, también surge de la experiencia que han tenido otros
pueblos indígenas, en especial al norte de la Amazonía, donde "las
actividades extractivas han entrado yhan dejado estos lugares bien
deteriorados", menciona Santi. Además del petróleo, en la Amazonía
ecuatoriana hay oro, cobre y plata, atractivos para las actividades mineras; y
también, sus árboles son aprovechados para la tala, dice Santi.
Cisneros dice que el
propósito es "tener otra forma de conservación, basada en nuestra propia
vivencia, de acuerdo a nuestra cosmovisión, a nuestra filosofía, cómo queremos
vivir en nuestro espacio".
Propuesta internacional
La propuesta Kawsak Sacha,
antes de ser lanzada en Quito y previo a ser presentada al Gobierno
ecuatoriano, fue dada a conocer a nivel internacional. Estuvieron en la
Conferencia de las Partes (COP) 21 y 23, el órgano supremo de la Convención de
Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), celebradas en París
[Francia] en 2015 y en Bonn [Alemania] en 2017.
Mirian Cisneros, presidenta de Sarayaku, en la COP23 en Bonn, Alemania, noviembre 2017.
Ante los organismos
internacionales, los representantes del pueblo Sarayaku han argumentado que han
optado por esta propuesta "porque a nivel de Ecuador y a nivel del mundo,
el consumo de los recursos fósiles es el primer causante de emisión del CO2
(dióxido de carbono), que agrava el problema del cambio climático", dice
Santi.
En el texto de la
propuesta señalan que "de acuerdo a estimaciones científicas, este
territorio, bajos las acciones de conservación del pueblo de Sarayaku, absorbe
más de 189.545 toneladas de carbono por año, contribuyendo así a mitigar el
cambio climático que afecta al planeta".
"Estamos proponiendo
una alternativa", dice Santi, porque "los países desarrollados tienen
una deuda con Ecuador o con Latinoamérica, una deuda ecológica desde hace más
de cinco décadas, desde cuando vienen desarrollando las actividades
extractivistas".
Según el representante de
Sarayaku, "ellos [los países desarrollados] son los mayores causantes de
la contaminación y nosotros somos los mayores afectados"; porque
"sabemos que en el año 2017 talaron más de 15 millones de hectáreas en
nueve países de Latinoamérica, los más afectados fueron los pueblos indígenas
de Colombia y esto sigue en una creciente ascendente, eso nos preocupa".
Desde un territorio hacia
el mundo
El pueblo Sarayaku ha
sustentado su declaratoria en los artículos 25, 26 y 29 de la Declaración de
Naciones Unidas sobre los derechos de los pueblos indígenas, aprobada en 2007,
que establece que los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y fortalecer
su propia relación espiritual con las tierras, territorios y aguas, así como a
la conservación y protección del medioambiente y al uso de los recursos que
tradicionalmente han poseído.
Comunidad del Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku reunida. Kawsak Sacha.
También se amparan en
varios artículos de la Constitución de Ecuador, como el 380, que dispone que el
Estado debe velar por la protección del patrimonio cultural del país; el 56 y
60, sobre los derechos colectivos de los pueblos indígenas; el 14, relacionado
con el derecho de la población a vivir en un ambiente sano y ecológicamente
equilibrado; y el 71, que establece que la naturaleza tiene derecho a que se
respete integralmente su existencia.
A la fecha, a la propuesta
Kawsak Sacha se han unido, dice Santi, "las asociaciones de la
nacionalidad kichwa en Pastaza y las nacionalidades de la región amazónica,
englobadas en la Confederación de las Nacionalidades Indígenas de la Amazonia
Ecuatoriana (CONFENIAE)". Además ha sido avalada por la Confederación de
Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE).
"Si el Ecuador
reconoce la propuesta de Kawsak Sacha, como estamos pidiendo, será el primer
país en reconocer este derecho absolutamente y dejar bajo tierra la actividad
petrolera". Daniel Santi, coordinador de la propuesta Kawsak Sacha
Santi informó que el
"Consejo de la Nacionalidad Kichwa, en su congreso, ha declarado todo el
territorio kichwa amazónico como Kawsak Sacha", que abarca 1.115.000
hectáreas, tanto las de Sarayaku como las de otros pueblos.
Ahora esperan que el
Estado ecuatoriano acepte su propuesta. "Si el Ecuador reconoce la
propuesta de Kawsak Sacha, como estamos pidiendo, será el primer país en
reconocer este derecho absolutamente y dejar bajo tierra la actividad
petrolera".
Comunidad del Pueblo Originario Kichwa de Sarayaku reunida. Kawsak Sacha.
También han elevado la
propuesta a la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN)
para solicitar que incluya "como una nueva categoría de conservación
propia de los pueblos indígenas sus espacios territoriales".
"Sarayaku, con esta
propuesta pionera, no está pidiendo este reconocimiento solo para su espacio
territorial, lo está pidiendo a nivel nacional y luego querer saltar a nivel
internacional, creando un precedente jurídico único en el Ecuador", enfatiza
Santi.
Fuente: Edgar Romero G.,
Actualidad, Ecuador:
Revisión y Diseño:
elcofresito.
Comentarios
Publicar un comentario
Todos los comentarios deberán guardar el respeto y la consideración hacia los demás, así como el uso de términos adecuados para explicar una situación. De no cumplirse con estos requisitos los comentarios serán borrados.