Cómo era el Sahara antes de convertirse en uno de los mayores desiertos del planeta
Lo que es hoy el árido,
caliente e inhóspito desierto del Sahara, en el norte de África, era una región
de sabanas y praderas frondosas con algunos bosques y el hogar de cazadores y
recolectores que vivían de una variedad de animales y plantas, sostenidos por
lagos permanentes y grandes cantidades de lluvias.
Eso fue entre 5.000 y
10.000 años atrás, un período conocido como el "Sahara verde" o
"Sahara húmedo".
Es difícil imaginar que el
mayor desierto cálido del mundo, que tiene una precipitación anual de apenas
entre 35 y 100 milímetros, hace unos miles de años recibía lluvias hasta 20
veces más intensas.
Los vientos estacionales
monzones, traían lluvias cíclicas que mantenían fértil la tierra.
Hay diferentes estudios
que reconstruyen el clima y la vegetación del Sahara en los últimos 10.000
años. Uno de los más recientes, publicado conjuntamente por investigadores de
la Universidad de Estocolmo, en Suecia, y las universidades de Columbia y
Arizona en Estados Unidos, analizó la sedimentación marina en el norte de
África para encontrar un patrón de lluvias.
El Sahel es la zona de transición, que atraviesa África, entre el desierto del Sahara y la sabana sudanesa.
"La precipitación
anual en el Sahara occidental pudo haber sido de hasta 2.000 milímetros más de
lo que es hoy en día, con una vegetación parecida a la de la actual parte sur
de Senegal", dijo a BBC Mundo el doctor Francesco Pausata, climatólogo del
Departamento de Meteorología de la Universidad de Estocolmo y coautor del
estudio.
Senegal, en el occidente
de África, forma parte del Sahel, un cinturón eco climático y biogeográfico de
transición entre el actual desierto del Sahara en el norte y la sabana sudanesa
en el sur, que atraviesa el continente de costa a costa.
"Presumo que los
animales que hoy en día pastan en el Sahel hubieran podido vivir hasta en los
extremos norte del Sahara occidental, como los ñus y las gacelas", añadió
el doctor Pausata.
"La parte oriental
pudo ser un poco más seca, más de pastizales arriba del paralelo 25
norte".
Otros investigadores, sin
embargo, plantean una vegetación más frondosa, con árboles y lagos donde
rondaban grandes animales.
"La evidencia fósil y
de polen es bastante clara", aseguró el doctor David McGee, profesor del
Departamento de Ciencias Atmosféricas, Planetarias y de la Tierra del
Massachusetts Insititute of Technology (MIT) en EE.UU.
McGee compara esa
vegetación del Sahara verde con la del actual Serengueti, en Tanzania.
Este es el Serengueti. Habrá sido así el Sahara hace 5.000 años.
"El Sahara tuvo
cuerpos permanentes de agua, sabanas, praderas y hasta algunos bosques",
le dijo a BBC Mundo el profesor McGee, experto en paleo climatología.
"Se han encontrado
fósiles de grandes animales que hoy ya no se ven en vida en el Sahara.
Cocodrilos, elefantes, hipopótamos".
Asentamientos humanos
antiguos también dejaron evidencia de una amplia fauna, señaló el doctor McGee.
"Vemos arte rupestre
que representan jirafas en medio del Sahara. Ahí también encontramos anzuelos
antiguos, sugiriendo un estilo de vida profundamente diferente de cómo se
viviría actualmente en esa parte del desierto".
En los pocos y muy
asilados cuerpos de agua que todavía existen, se encuentran peces de la misma
especie, estrechamente relacionados pero sin manera moderna de contacto.
"Eso sugiere que, en
el pasado, hubo vías acuáticas que los comunicaban", comentó.
Aunque es muy difícil
determinar qué tan extensa era esa vegetación, el paleo climatólogo del MIT
estima que el panorama descrito se extendió bastante al norte del Sahara, lo
que hoy es Libia central, Argelia central y Egipto central.
Arte rupestre.
Este clima favorable para
una fértil flora y fauna y prosperidad humana fue desencadenado por la cercanía
del Sol a la Tierra durante los meses de verano que produjo cambios de
insolación, indicó el doctor Francesco Pausata, de la Universidad de Estocolmo.
"El Sahara se volvió
verde cuando salimos del período glaciar. El Sol de verano se volvió más fuerte
hace unos 9.000 años y trajo una serie de repercusiones", explicó Pausata.
"Cuando el Sahara se
calentó, las lluvias monzónicas se volvieron más fuertes, lo que condujo a una
mayor vegetación que, a su vez, redujo las emisiones de polvo y disminuyó la
reflexión de la luz promoviendo más precipitación".
Ese reflejo de luz solar,
ya sea de la superficie de la tierra o del polvo que flota en la atmósfera, se
conoce como albedo y es uno de los factores más importantes en la aridez de una
región.
Ese intenso albedo, la luz
reflejada del color crema claro en la superficie del desierto y también por el
alto contenido de partículas minerales en el ambiente es lo que ha contribuido
a la desertificación del Sahara.
Teorías
En cuerpos de agua aislados se han encontrado especies de peces estrechamente relacionadas que no tienen manera de contacto.
Cuáles fueron los factores
y cómo sucedió la dramática transformación de esa región al vasto y polvoriento
desierto que conocemos es objeto de debate entre la comunidad científica.
Muchos científicos
concuerdan en que el cambio sucedió hace unos 5.000 años, como producto de un
fenómeno cíclico de mayor a menor insolación.
Es algo que sucede más o
menos a un ritmo de cada 20.000 años, de acuerdo a cambios en la órbita de la
Tierra. Pero, en cuánto tiempo se volvió árido está bajo investigación, dijo el
doctor Francesco Pausata.
Una de las teorías
sostiene que el Sahara pasó de ser verde a un desierto, súbitamente, en
cuestión de un par de siglos, uno de los cambios climáticos más dramáticos en
la Tierra.
Otra investigación,
publicada en mayo de 2008, estima que la región se convirtió en el desierto más
cálido del mundo hace apenas 2.700 años y que el cambio fue mucho más lento.
Los autores de ese
estudio, un equipo internacional liderado por el doctor Stefan Kröpelin, de la
Universidad de Colonia, en Alemania, tomaron muestras de sedimento del lago
Yoa, en el norte de Chad.
Con los datos recopilados
construyeron una historia geológica que sugiere un proceso gradual de
desertización que "continúa hasta el día de hoy".
Esa investigación data el
desierto desde hace 2.700 años pero estima que los seres humanos abandonaron
las áreas que se estaban desertizando mucho antes, a medida que cambiaba el
clima.
El
Sahara, de sabana a desierto
Por otra parte, el estudio
en que participó el doctor Pausata de la Universidad de Estocolmo analizó las
precipitaciones pasadas y concluyó que seres humanos cazadores y recolectores
que poblaron el Sahara verde lo abandonaron hace unos 8.000 años debido a un
período de sequía que duró 1.000 años.
Luego de eso, las
poblaciones regresaron pero sus prácticas de supervivencia eran otras pues la
mayoría criaban ganado.
¿Efecto
humano?
Los cambios cíclicos afectan la temporada de lluvias monzones.
La más reciente
investigación, publicada en marzo del 2017, contempla la idea que los seres
humanos jugaron un papel activo en la creación de las condiciones áridas que se
encuentran hoy en el Sahara.
Desiertos,
¿cada vez más verdes?
Según el estudio publicado
por el arqueólogo David Wright, de la Universidad nacional de Seúl, hay
evidencia arqueológica que documenta la primera aparición del pastoreo en el
Sahara que tuvo efectos severos sobre la ecología de la región.
A medida que la vegetación
era retirada para suplantarla con matorrales y acomodar al ganado y los
rebaños, se aumentó el albedo, cuyo efecto influyó en las condiciones
atmosféricas lo suficiente para reducir la frecuencia de lluvias monzónicas.
Pero el doctor Pausata
cree que esos ejemplos no están muy bien fundamentados.
"Si bien hay un
consenso que el crecimiento intenso del ganado que pasta puede ser perjudicial
para la variedad de plantas, el pasteo ligero y moderado puede tener resultados
positivos", manifestó Pausata.
"Es cierto que en el
Sahara y el Sahel no hubo animales domésticos de pastoreo antes de hace 8.000
años, pero había ñus y otros animales", sostuvo el climatólogo. Esos
animales pastaban y también defecaban allí. Así que dejaban el área fertilizada
para su recuperación para cuando llegaran las lluvias.
El retiro de la vegetación para acomodar el pastoreo afectó la ecología y redujo al frecuencia de lluvias en la región.
"No veo como la
introducción de una población tradicional de pastores hace unos 6 mil años, que
tienen un desplazamiento similar a la migración de los ñus, pueda ser
diferente. Ellos también sostendrían la vegetación", aseguró.
Verde
otra vez
Por otra parte, el
profesor David McGee reconoce que los humanos pudieron haber tenido alguna
influencia en la desertización, pero no era lo único que estaba ocurriendo.
"Definitivamente no.
Los otros factores (como los cambios cíclicos según el acercamiento de la
Tierra al Sol) ya estaban ocurriendo de manera natural".
El período del Sahara
verde no sólo ocurrió entre hace 5.000 a 10.000 años. También ocurrió hace unos
125.000 años y, en ese entonces, no hubo interferencia humana pero sí ocurrió
la transición de húmedo a árido.
Y, si el fenómeno es
cíclico, se podría suponer que el Sahara regrese a ser verde otra vez, aunque
la actividad humana en el mundo moderno sí tendría que tomarse en cuenta,
afirmó Francesco Pausata.
"En unos miles de
años, el ciclo se repetirá. El problema ahora son las fuerzas antropogénicas,
la influencia humana que será un efecto más, fuera de la variación natural, que
podría cambiar el equilibrio en el futuro del planeta, no solo en el
Sahara", concluyó.
Fuente: William Márquez,
BBC Mundo:
Revisión y Diseño:
elcofresito.
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