En defensa de las hienas: no son simples carroñeras
De todos los grandes
depredadores de la naturaleza, las hienas son de los que peor reputación
tienen.
A menudo son
consideradas como inútiles para otra cosa que no sea ser carroñeras, como si fueran
unos matones de las llanuras africanas que se ríen mientras se juntan para
robar la comida que les ha costado tanto obtener a sus competidores más
majestuosos. Las imágenes de las hienas manchadas (la mayor y más conocida de
las cuatro especies de hienas) que se ven en los documentales sobre la
naturaleza a menudo refuerzan esta idea, al igual que su representación en las historias
como la de El Rey León de Disney.
¿Pero de dónde viene
una opinión tan negativa? ¿Está justificada esta idea?
Puede que el origen
de la mala reputación de las hienas pueda remontarse al papel que han
desempeñado en el folclore africano. En Tanzania, los hechiceros a menudo
observaban a las hienas en jaulas y se decía que cabalgaban sobre sus espaldas
por la noche. También existe una vieja superstición en ese país de que si un
niño nace de noche mientras una hiena llora, será un ladrón cuando crezca.
También está la
asociación que las hienas son carroñeras y la tradicional convicción
ampliamente extendida de que las hienas están ahí para limpiar los cadáveres en
descomposición, incluidos los de los humanos. De hecho, para los Masai de Kenia
se creía que algo andaba mal en una persona si las hienas no consumían su
cadáver. Como resultado, solían cubrir los cadáveres humanos con sangre y grasa
para hacer que las hienas lo consumieran y evitar la deshonra.
Aunque en la
actualidad la etiqueta de "carroñeras" se presenta como un rasgo
negativo, la idea de que las hienas son simples carroñeras que se benefician
del trabajo duro de otros carnívoros (más populares) como los leones o los
guepardos es incorrecta. Se trata de un mito a menudo perpetrado por
documentales sobre la naturaleza que muestran grandes grupos de hienas acosando
a los leones después de atrapar a una presa.
La verdad es que las
hienas manchadas son en realidad excelentes cazadoras por su cuenta. De hecho,
la mayoría de todas las presas que consumen provienen de sus propios esfuerzos
de caza. Si se les da la oportunidad de aprovecharse de los restos de las
presas de otro carnívoro, la aceptarán, como también lo haría cualquier otro
carnívoro de las llanuras africanas.
Este clepto-parasitismo
(parasitismo por robo) tiene sentido desde el punto de vista de la conservación
de energía. La ganancia nutricional que aporta un cadáver puede obtenerse sin
riesgo de sufrir lesiones durante la caza o sin gastar energía. Por supuesto,
el acto de robarle un cadáver a un león hambriento también conlleva sus riesgos
y los animales pueden ser asesinados en el intento. Sin embargo, normalmente
las especies con mayor número en sus filas prevalecerán.
Trabajo en equipo
Sin embargo, por
alguna razón tendemos a ignorar las habilidades de caza de las hienas, mientras
admiramos los esfuerzos de sus rivales. Nos maravillamos ante el poder de un
leopardo que arrastra a su presa hasta un árbol, ante la velocidad de un
guepardo que persigue a una gacela o ante el trabajo en equipo de los leones
que persiguen animales grandes y peligrosos. Sin embargo, no nos damos cuenta
de que las hienas son cazadoras igual de admirables y eficientes.
Normalmente cazan
solas o en grupos de hasta cinco animales y el tamaño de la posible potencial
aumenta con el tamaño del grupo de caza.
Se ha llegado a
observar a una hiena adulta abatiendo un ñu adulto, prueba de la impresionante
fuerza que puede llegar a mostrar. También pueden correr a una velocidad de
hasta 40-50 km/h a lo largo de varios kilómetros y se ha llegado a observar una
persecución a lo largo de unos asombrosos 24 kilómetros. Esta combinación de
fuerza y velocidad los convierte en formidables cazadoras y en uno de los
principales depredadores de las sabanas africanas.
Viviendo en clanes
dominados por hembras, las hienas también son uno de los carnívoros más
sociales. Los cachorros son criados comunalmente (aunque las hembras sólo
amamantan a su propia descendencia) y el grupo proporciona seguridad en número,
mejor vigilancia de los adultos y una defensa efectiva del territorio y la
alimentación.
Como es común en
muchos carnívoros sociales, la hiena manchada tiene un amplio repertorio de
vocalizaciones para comunicarse. El aullido agudo que se oye cuando cazan o
cuando compiten por los cadáveres se conoce como su "risa", pero en
realidad se trata de una llamada mansa que demuestra que el animal que produce
el sonido no es una amenaza. El otro sonido por el que son famosas las hienas
manchadas es un chillido de larga distancia utilizado para comunicarse con
otros miembros del clan y uno de los sonidos más icónicos de la selva africana.
Así que tal vez sea
hora de dejar de lado los estereotipos de Disney y los papeles secundarios de
"villanas" en los documentales de naturaleza. La hiena es un
depredador maravilloso por derecho propio, tan importante e impresionante como
cualquiera de los grandes carnívoros de África y un animal con atributos que
los humanos admiramos en otras especies, así como en nosotros mismos.
Sí que es cierto que
roban presas de otros carnívoros, pero también lo hacen los leones cuando
tienen la oportunidad. A veces pueden parecer una manada de mal agüero, pero lo
en realidad están demostrando es un excelente trabajo en equipo.
Este artículo ha sido
publicado originalmente en The Conversation. Imagen: Alan J. Hendry/Unsplash
Traducido por
Silvestre Urbón.
Fuente: Richard
Yarnell, Nottingham Trent University.
Revisión y Diseño:
elcofresito.
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