De la pintura a la realidad: las habitaciones de seis célebres cuadros
La Historia del Arte está plagada de cuadros sobre
interiores. Seguro que a la cabeza de quien está leyendo este texto, ya han
venido las habitaciones de Vilhelm Hammershøi o Vermeer, incluso la
archiconocida imagen de la estancia de Vincent Van Gogh, en la casa amarilla de
Arles. Al pensar en este tipo de representaciones, vienen a nuestra mente los
objetos que están en ese espacio, poblándolo y haciéndolo único en cierta
forma. Las sillas, las camas, las mesas con las tinajas.
Sin duda, este tipo de pinturas pueden ser
consideradas registros históricos que otorgan gran información sobre la vida de
aquellos que las pintaron. La agencia creativa Neomam, ha diseñado seis
habitaciones que se basan en cuadros famosos de la Historia del Arte.
Respetando los colores, los objetos, y logrando transmitir las mismas
sensaciones que la contemplación de la obra original de los pintores.
La habitación de Van Gogh
La habitación de de Vincent Van Gogh, fue pintada en
1888. En ella se muestra su modesta estancia en Arles y nos ofrece una ventana
a la vida interior del artista. El propio Van Gogh afirmó que con la pintura
aspiraba a evocar paz y relajación. Según el Museo Van Gogh de Ámsterdam, los
colores contrastan entre ellos de manera brutal, pero son en realidad el
resultado de la decoloración que ha sufrido el cuadro a lo largo de los años.
Las paredes y puertas eran originalmente de color morado no del azul intenso que
vemos hoy.
Entre los detalles más importantes podemos ver como en
la pared de la que cuelgan los cuadros no ha sido respetada la posición. Se
explica porque la obra original de Van Gogh no guarda la perspectiva. A través
de la ventana de la habitación recreada vemos un árbol: en la de Van Gogh el
exterior permanece oculto.
La habitación de Konstantin
Korovin
La calidez de la madera desnuda en Interior, 1913, del
impresionista ruso Konstantin Korovin, crea una escena acogedora. Korovin, como
muchos pintores rusos de principios de siglo XX, era conocido por sus paisajes,
retratos y naturalezas muertas. Las tonalidades rosa y beige de esta pintura,
junto a la nieve del invierno que se ve más allá de la ventana, crean un
ambiente tranquilo y reconfortante.
Al ser una pintura menos figurativa que la de Van
Gogh, respetar los detalles y las texturas ha sido menos importante. En esta
habitación ha primado el deseo de reproducir la atmósfera.
La habitación de Roy Lichtenstein
En este trabajo de 1991, Interior with Restful
Paintings, Roy Lichtenstein nos muestra una habitación elegante y juvenil. El
cuadro es un trabajo tardío en la obra del pintor, forma parte de la serie
Interiores. En esta serie, Lichtenstein rinde homenaje a los espacios
domésticos que a menudo se inspiran en anuncios de muebles. Es una meta-obra
que contiene más obras dentro de la propia obra de arte. En esta, en concreto,
se puede ver sus imágenes pop renderizadas en 3D.
Si bien se ha respetado el valor geométrico de la obra
de Lichtenstein se han intentado suavizar los acabados para humanizar el
espacio.
La habitación de Eduard Petrovich
A través de esta obra de Eduard Petrovich, vemos la
recreación de la habitación que perteneció a la emperatriz Alexandra Feorovna.
Llamada El rincón del sillón, el pintor representa al detalle la rica
ornamentación que fue típica en la corte rusa. En esta reproducción vemos que,
al igual que hiciera el pintor, los detalles y los objetos han sido replicados
con mimo.
La habitación de Grant Wood
Otra de las estancias de interior que la agencia ha
decidido recrear es la del artista estadounidense Grant Wood. El pintor
realista, conocido por sus extravagantes y bucólicas representaciones de la
América rural, especialmente la famoso American Gothic, nos muestra este rincón
encantador en su pintura The Sun Shine on the Corner. Su paleta pálida y
terrosa invita a disfrutar del cálido sol. Si bien en el dibujo de Wood el
espacio resulta un poco abigarrado, en la recreación la habitación resulta
mucho más fluida y austera.
La habitación de Vassily
Kandinski
El maestro de la abstracción Vassily Kandinski, pintó
su salita de estar en vibrantes colores en 1909. En su obra intentaba explorar
a través del color y de las diferentes texturas las sensaciones y emociones que
aquel espacio ofrecía. La paleta ecléctica de la pintura le da a la estancia un
sentido personal. Al ser también una obra que tiende a la abstracción, la
agencia ha hecho algo totalmente nuevo. No han respetado el color de las
paredes (de una rosa bastante chillona) ni el color de los muebles, de esta
forma han atenuado las sensaciones que el pintor quiso transmitir con su obra.
Fuente: Deborah García Sánchez-Marín, MAGNET
Revisión y Diseño: elcofresito.
Comentarios
Publicar un comentario
Todos los comentarios deberán guardar el respeto y la consideración hacia los demás, así como el uso de términos adecuados para explicar una situación. De no cumplirse con estos requisitos los comentarios serán borrados.