El Coloso de Rodas: La Gigantesca Estatua de la Antigua Grecia
Grabado del Coloso de Rodas. Paul K - Flickr.
El Coloso de Rodas fue una de las Siete Maravillas del
Mundo Antiguo y la estatua más alta y más ambiciosa del período helenístico. La
última de las siete maravillas en ser acabada, fue esculpida en honor a los
dioses como agradecimiento por la victoria frente a los invasores enemigos. Con
su asombroso parecido con la Estatua de La Libertad de los Estados Unidos de
Norteamérica, el coloso de Rodas aguantó en pie menos de sesenta años por culpa
de un terremoto. Tanto su ubicación como lo que le sucedió tras ser destruido
por el sismo son hechos que permanecen envueltos en un absoluto misterio.
Desde siempre la pequeña isla griega de Rodas ha sido
el nexo principal entre los mares Egeo y Mediterráneo, y fue asimismo un
importante centro económico del mundo antiguo. La capital, también llamada
Rodas y construida en el año 408 a. C., fue diseñada para poder aprovechar el
mejor puerto natural de la isla sobre la costa norte. En el año 357 a. C. fue
conquistada por Mausolo de Halicarnaso, pero cayó en manos persas en el 340 a.
C. para finalmente ser capturada por Alejandro Magno en el 332 a. C.
En el siglo IV a. C., Rodas se alió con Ptolomeo I de
Egipto para luchar juntos contra su común enemigo, Antígono I Monoftalmos de
Macedonia. En el 305 a. C., Antígono envió a su hijo Demetrio a capturar y
castigar a la ciudad de Rodas por aliarse con Egipto. Demetrio atacó la isla
con 40.000 hombres armados, comenzando una guerra que duró todo un año. Posteriormente
Ptolomeo envió como refuerzo toda una flota de barcos y el ejército de Antígono
tuvo que abandonar el sitio, dejando allí, la mayor parte de su maquinaria de
asedio. Para celebrar la victoria, los rodios vendieron esta maquinaria y
decidieron invertir las ganancias en la construcción de una estatua enorme en
honor a su dios del sol, Helios. Estatua que fue conocida como "El Coloso
de Rodas".
Casi tan alto como la emblemática Estatua de La
Libertad, construida 2.000 años después, el coloso también fue erigido como una
celebración de la libertad alcanzada.
El coloso de Rodas, representado en este grabado pintado a mano. Dominio público.
Según Plinio el Viejo, un historiador griego que vivió
varios siglos después de que el coloso fuese esculpido, su construcción duró 12
años, completándose en el año 280 a. C. Siendo como era el orgullo de la
ciudad, sus habitantes pensaban que la estatua permanecería siempre en pie.
Carlos de Lindos fue su arquitecto, teniendo a su cargo la tarea de construir
una estatua casi dos veces más alta que cualquiera de las creadas hasta ese
momento.
La base se realizó en mármol blanco y la estructura se
erigió gradualmente con planchas de bronce reforzadas sobre un armazón de
hierro y piedra. Según el libro de “Filón de Bizancio”, se emplearon 15
toneladas de bronce y 9 de hierro, aunque estas cifras parezcan irrisorias para
los arquitectos modernos. El bronce procedía de una fuente inusual. Se decidió
fabricar el coloso con las armas de bronce de los invasores vencidos junto con
una gigantesca torre de asedio enemiga capturada, de unos nueve pisos de altura,
que sirvió de andamiaje al proyecto. Cuando la estatua finalmente estuvo
acabada se le dedicó un poema. Conservados en las antologías griegas de poesía
estos son, según se cree, los genuinos versos escritos para el coloso:
“A ti, oh Sol, la gente de Rodas la Doria dedica esta
estatua de bronce que alcanza el Olimpo. Cuando Rodas ha pacificado las ondas
de guerra y coronado su ciudad con los despojos tomados del enemigo. No sólo
sobre los mares sino también sobre la tierra encendieron ellos la amorosa antorcha
de la libertad y la independencia. Porque a los descendientes de Heracles
pertenece el dominio de los mares y de la tierra”.
El Coloso de Rodas era una estatua de dimensiones
sobrehumanas. Medía más de 107 pies (30 metros) de altura, lo que la convirtió
en una de las estatuas más grandes del mundo antiguo; sólo su muslo medía,
supuestamente, 11 pies (3 metros) de ancho mientras que su tobillo medía 5 pies
(1.5 metros) de longitud.
Colosales estatuas del pasado y del presente. A la izquierda, ilustración del Coloso de Rodas de la antigua Grecia y, a la derecha, la Estatua de la Libertad de los Estados Unidos de Norte América. Dominio Público.
En la actualidad no sabemos con seguridad ni la exacta
ubicación que ocupaba, ni hacia dónde miraba, ni cuál era la postura del Coloso
de Rodas. La única certeza que se tiene es que jamás estuvo en pie, con las
piernas separadas, haciendo las veces de puerta de entrada al puerto, tal y
como se le ha representado en numerosos dibujos medievales. Si la postura de la
estatua una vez acabada hubiese sido esa, es seguro que la bocana del puerto
habría quedado bloqueada durante su construcción.
Monedas de plata procedentes de Rodas, circa 316 – 305 d. C., con Helios, representado en una cara y una rosa al dorso. ¿Sería éste el rostro del Coloso de Rodas? Wikimedia Commons.
Nos podemos hacer una idea del aspecto que pudo tener
esta estatua gracias a la imagen acuñada sobre algunas de las monedas que nos
han llegado de aquella época. Los escritos de testigos oculares y narradores de
entonces nos hablan de una estatua enorme y asombrosa. Sus descripciones hacen
referencia a la efigie de un hombre desnudo que porta, orgulloso, una capa
sobre su brazo izquierdo u hombro y que mira hacia el este, contemplando el sol
naciente, mientras sostiene una antorcha en una mano y una lanza en la otra.
Algunos opinan que, además, llevaba puesta una corona de púas, otros creen que
protegía sus ojos del sol naciente con su mano derecha o, quizás, que utilizaba
aquella mano para sostener la antorcha en lo alto en una postura similar a la
de la Estatua de la Libertad. Aunque desconozcamos realmente su forma y
aspecto, las reconstrucciones modernas del Coloso, con la estatua erguida,
centrada, soportando todo su peso, son mucho más exactas que los dibujos más
antiguos.
El Coloso de Rodas y su posible postura y apariencia. Wikimedia Commons.
La estatua se mantuvo en pie 56 años hasta que la isla
de Rodas fue sacudida por un terremoto en el año 226 a. C., que destruyó la
mayor parte de la ciudad e hizo que el coloso se partiera a la altura de las
rodillas, provocando que se derrumbara y se hiciera pedazos. Se dice que los
rodios recibieron la oferta de Ptolomeo III Evergetes de Egipto para cubrir
todos los gastos de restauración del monumento, pero que rehusaron dicho
ofrecimiento. Los rodios consultaron al oráculo de Delfos temiendo que la
estatua hubiera ofendido, de algún modo, al dios Helios, que habría provocado
el terremoto para derribarla. Aunque abatida y convertida en ruinas, miles de
personas seguían acudiendo y quedaban asombradas al verla. Plinio el Viejo
escribió:
“Incluso derruida, excita nuestro asombro y
admiración. Pocos hombres pueden abrazar el pulgar con sus brazos, siendo sus
dedos más grandes que la mayoría de las estatuas. En el interior de sus
miembros, partidos por la mitad, se abren enormes cavernas. Dentro de ellas,
también quedan a la vista grandes masas de roca, gracias a cuyo peso el artista
logró estabilizarlo, erigiéndolo”.
La estatua permaneció intacta durante 900 años, hasta
la invasión árabe de Rodas en el 654. Sus restos, entonces, tal y como se cree
fueron fundidos para acuñar monedas y fabricar herramientas, utensilios y
armas. La leyenda cuenta que un mercader sirio tuvo que emplear casi 1000
camellos para cargar los escombros del coloso. Muchos creen imposible construir
tal estructura con la tecnología de aquella época, y dudan de si realmente
existió. Sin embargo, en los últimos años nuevas pruebas han salido a la luz en
el propio puerto de Rodas y alrededores. Recientes hallazgos arqueológicos han
demostrado que el coloso estuvo en pie sobre la colina que pasa por encima de
la bahía, donde ahora se ubica un castillo medieval. Los investigadores
descubrieron piedras talladas que se remontan a la época del coloso. Estas
piedras fueron utilizadas más tarde para construir la fortaleza que hay ahora a
la entrada del puerto. Se cree que formaban parte de la base de la gigantesca
estatua.
El asombroso Coloso de Rodas continúa al día de hoy
destacando por encima del resto de maravillas del mundo antiguo.
Diseño artístico del Coloso de Rodas, procedente del Libro de la Sabiduría de 1911. Dominio Público.
Autor: Bryan Hilliard
Traducción: Mariló T.A.
Fuentes:
"The Colossus of
Rhodes, a Wonder of the Ancient World." Rhodes Guide.
Krystek, Lee. "The
Seven Wonders: The Colossus of Rhodes." Unmuseum. 2011.
"The Colossus of Rhodes."
Seven Wonders of the World.
"Colossus of Rhodes
Facts." Soft Schools.
Ancient Origins:
Revisión y Diseño:
elcofresito
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