La Casa de Juan José Flores en Quito, Ecuador. (Ya desaparecida)
Vista parcial de la residencia, sentido sur-norte (circa 1925). Imagen: Foto Pazmiño, cortesía de Luis Azuero.
Ubicada en la calle Venezuela, entre Espejo y Sucre,
Centro Histórico de Quito. Cuyo arquitecto: Jean Baptiste Washington de
Mendeville la rediseñó, en el estilo historicista neoclásico. Actualmente desaparecida.
Historia
Tras su matrimonio en 1824 con la aristócrata
otavaleña Mercedes Jijón de Vivanco, el militar venezolano Juan José Flores
vivió un ascenso social y económico importante, mismo que venía de la mano del crecimiento
político que le llevó a ser Jefe Superior del Distrito del Sur de la Gran
Colombia (1828-1830) y primer Presidente de la República del Ecuador
(1830-1834), cargo que volvería a ocupar nuevamente entre 1839 y 1845.
En medio de este panorama, es preciso explicar que
Flores y su familia vivieron en el Palacio de Carondelet durante el primer
periodo de Gobierno, por lo que sus tres primeros hijos nacieron en las
habitaciones de este emblemático edificio, incluido Antonio, que al igual que
su padre llegaría a ocupar la Presidencia del país entre 1888 y 1892.
Posteriormente la familia residió en la Hacienda La Elvira, cerca de Babahoyo,
que habían adquirido con parte de un préstamo que nunca se llegó a pagar, y por
el que su garante Miguel de Anzoátegui fue perseguido.
Para su segundo periodo presidencial, iniciado en
1839, Flores adquirió una casa cercana a la Plaza Grande, la misma que nos
compete en este artículo, y que durante gran parte de la época colonial había
estado en la orilla sur de la Quebrada de Sanguña. En 1843 inició un proceso de
afrancesamiento de la capital ecuatoriana, construyendo la fachada actual del
Palacio de Gobierno y ordenando una profunda reforma de su propia residencia.
Juan José Flores (izq.) y Mercedes Jijón (der.), primera pareja presidencial ecuatoriana y propietarios originales de la casa.
Para rediseñar su casa, Flores contrató al diplomático
Jean Baptiste Washington de Mendeville, primer cónsul francés en Ecuador desde
1836, quien compartía sus labores de diplomático con la construcción, llegando
a levantar para sí mismo un hermoso palacio rural en el sector de Cotocollao y
que era la admiración de propios y extranjeros. Se dice que por aquella época
ningún trabajo arquitectónico en la ciudad se realizaba sin la aprobación de
Mendeville.
Cuando fue terminada la mansión fue ricamente decorada
por el propio Presidente, que tenía un gusto exquisito y bastante refinado pese
a sus cuestionados orígenes sociales. Allí se llevarían a cabo grandes
reuniones y bailes, convirtiéndose no solo en una de las casas más lujosas de
Quito, sino en el centro social de la ciudad.
En esta casa nacerían varios hijos de la pareja presidencial:
Timoleón (1839), Reinaldo (1840), Amalia (1841), Mercedes (1842) y Matilde
(1844), mientras que las dos más jóvenes lo harían nuevamente en la ya
mencionada Hacienda La Elvira, de Babahoyo. Durante el destierro impuesto a
Flores en 1845, su esposa Mercedes debió hacer frente desde esta residencia a
los continuos ataques de los enemigos políticos de su marido, lo que llevó a la
familia a la completa ruina según relataba en su correspondencia.
Tras la muerte de Flores en 1864 y posteriormente de
su esposa en 1878, la propiedad pasó a manos de sus hijos que continuarían
habitándola. Aquí vivió, por ejemplo, Antonio Flores Jijón cuando fue
presidente entre 1888 y 1892, acompañado de su bellísima esposa cubana Leonor
Ruiz de Apodaca.
Para el año 1920 la casa estaba en manos de los nietos
del ex presidente Flores, que arrendaron la sección sur a la Embajada de
Argentina. Finalmente, en 1930 la propiedad fue vendida al comerciante Obdulio
Drouet, quien la derrocó en la década de 1950 y contrató al ingeniero Alfonso
Calderón Moreno para levantar el conjunto de edificios que se mantiene hasta la
actualidad con el nombre de Pasaje Drouet.
Galería:
Calle Venezuela, entre Sucre y Espejo (circa 1930). Imagen: Foto Pazmiño, cortesía de Luis Azuero.
Interior de la casa de Juan José Flores (circa 1920). Imagen: cortesía de Luis Azuero.
Patio de la casa de Juan José Flores (circa 1920). Imagen: cortesía de Luis Azuero.
Pasaje Drouet, construcción levantada en el predio en 1950. Imagen propia (2015).
Referencias:
Ortiz Crespo, Alfonso; Peralta, Evelia; Moreira
Viteri, Pablo (2004). "Guía de arquitectura de la ciudad de Quito",
tomo II, pp.133-134. Sevilla: Xunta de Andalucía / FONSAL.
Lara, A. Darío (1997). "La vitrina de un país
sobre el mundo: informes de los diplomáticos franceses del siglo XIX",
pp.34-52. Quito: Ediciones Abya-Yala.
Pérez Pimentel, Rodolfo (1987). "Diccionario
biográfico del Ecuador", tomo II, p.125. Guayaquil: Universidad de
Guayaquil.
Fuente: Raúl López Molina, Los Ladrillos de Quito
Revisión y Diseño: elcofresito
Muy interesante. Entusiasma al espíritu quiteño.
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