INÉS SUÁREZ, LA VALEROSA ESPAÑOLA QUE ACOMPAÑÓ A PEDRO DE VALDIVIA EN LA CONQUISTA DE CHILE
¿Saben ustedes amigos que una de las primeras
españolas que pisó Chile decapitó a siete caciques para evitar que Santiago de
Nueva Extremadura cayera en manos indígenas? Se llamaba Inés Suárez y tenía en relaciones
extramatrimoniales con el conquistador Pedro de Valdivia.
Inés Suárez nació en Plasencia. Sus padres, él
ebanista y ella costurera. Se casó con Juan de Málaga, varón que decidió partir
al Nuevo Mundo en busca de aventuras y fortuna. Después de esperar diez años para
tener noticias suyas y no hacerlo, decidió ir a buscarlo.
Inés Suárez partió hacia el Nuevo Mundo en
1537 cuando reinaba el emperador y rey, Carlos. Nada más que al llegar a su
destino se encontró con la infausta noticia de que Juan de Málaga acababa de
fallecer en la batalla de las Salinas, en la que los hombres de Francisco Pizarro,
conquistador del Perú, vencieron a las huestes de Diego de Almagro.
Inés, en aquel momento quiso entrar como religiosa,
pero conoció a Pedro de Valdivia. Cómo viuda de soldado recibió una encomienda
que lindaba con la del futuro conquistador de Chile, un hombre que, según
Miguel Romero Saiz, era “apuesto, cortés, elegante, cariñoso, que le ofreció su
apoyo”.
Pedro de Valdivia estaba casado con Marina
Ortiz de Gaete que vivía en Córdoba, España. Así que Pedro e Inés se
convirtieron en amantes justo cuando Valdivia, oriundo de Villanueva de la
Serena, que había participado como Maestre de Campo en la batalla de las
Salinas, preparaba su expedición a Chile.
Unos ciento cincuenta españoles fueron los que
acompañaron a Pedro de Valdivia en su aventura chilena. Entre ellos se
encontraba Inés, que, en los enfrentamientos con los indígenas, se encargaba de
curar a los heridos y en algunas situaciones desesperadas se batía espada en
mano.
El 12 de febrero de 1541 Pedro de Valdivia funda
Santiago de la Nueva Extremadura en honor del patrón de España. Lo que hoy se
conoce por Chile, Valdivia lo llama Nueva Extremadura. Abandona la ciudad en
agosto de 1541 y deja a Inés con una guarnición de 50 hombres.
Valdivia ha salido de Santiago junto a
cincuenta españoles y centenares de aliados incas para sofocar una rebelión
cerca de Cachapoal, momento en que otros indígenas aprovechan para rodear la
ciudad y comenzar su asedio.
El 11 de septiembre de 1541 los indígenas
atacan. Inés atiende a los heridos, lleva agua y comida a los combatientes.
Siete caciques están presos en los calabozos de la ciudad. Inés Suarez propone
una cruel estratagema para aterrorizar a los asaltantes, ya que la condición en
que se encontraban los españoles era insostenible.
Inés propone decapitar a los siete caciques
que están en los calabozos y arrojar las cabezas a los pies de los atacantes
para impresionarlos. Ante la indecisión de sus soldados, ella mismo toma la
espada de uno de los guardias y los decapita a todos. Luego arroja las cabezas
a los atacantes.
La confusión de los indígenas al ver las
cabezas de sus caciques decapitados es aprovechada por los españoles para
ponerlos en fuga, mientras Inés “enardecía los ánimos con tan exaltadas
palabras que la trataron con si fuera un valiente capitán y no una mujer
disfrazada de soldado”.
Recordando la travesía desde Perú, Inés
también logró encontrar agua en medio del desierto de Atacama, salvando al
ejército de perecer de sed y descubrir una conspiración que era llevada a cabo
por Pedro Sánchez de la Hoz contra Valdivia, siendo por ello tratada siempre
con gran respeto.
Diez años duró la relación de Inés Suárez con
Pedro de Valdivia. Después de un juicio de residencia en el que fue exonerado
de las acusaciones, el virrey Pedro de la Gasca, le obligó a terminar con la
relación, sugiriendo casar a Inés con un vecino de su elección.
Pedro de la Gasca (Real Academia de la Historia)
Así, Inés Suárez se casó con Rodrigo de
Quiroga, uno de los mejores capitanes de Valdivia. Contaba Inés 42 años. Con él
vivió una vida tranquila y religiosa, ayudó a construir la ciudad de Santiago y
sufragó la construcción de las iglesias de la Merced y Montserrat. Falleció en
1580.
Iglesia de la Merced (Santiago de Chile)
Pedro de Valdivia, como bien saben ustedes, no
tuvo un final tan plácido. Los mapuches le apresaron en diciembre de 1553 y lo
asesinaron, según algunas fuentes, después de ser torturado.
Fuente: Darío Madrid Historia y Fotografía
Elaboración y Diseño: elcofresito
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