¿EXISTE EL ALMA? ESTO ES LO QUE DICE LA CIENCIA
A lo
largo de nuestra historia como seres humanos nos hemos preguntado de numerosas
formas si existe el alma. Se trata de una cuestión que ha llevado a grandes
discusiones y sobre la cual han intentado responder varias disciplinas en
diferentes ocasiones.
A
continuación, haremos un recorrido por el paradigma científico, la tradición y
los desafíos que se están dando en la actualidad. Además, haremos hincapié en
la fascinante teoría de Robert Lanza, acerca del biocentrismo.
Nuestro
camino irá más allá de lo espiritual. Porque, a través de los años, distintas
tradiciones religiosas han confirmado la existencia del alma. Pero ¿cuál es la
postura de la ciencia? ¿Cómo se abarca esta pregunta en la actualidad? Hablamos
sobre ello a continuación.
¿Existe el alma? Creencias al respecto
La
idea de la existencia del alma está asociada a las creencias con las que
podemos contar, acerca de una continuidad después de la muerte. Esta idea de
alma se vincula a la convicción de una vida futura; además, también se cree que
el alma es una guía por la cual pensamos y sentimos y que está diferenciada del
cuerpo.
Ciertamente,
la concepción del alma va a variar dependiendo del contexto, la religión y la
disciplina que la aborde. A lo largo de diversos años han sido las religiones,
por estar conectadas con la dimensión espiritual, las que se han encargado de
explicar su existencia.
Asociado
o no a lo espiritual, se llega a inferir la idea del alma, argumentando que la evidencia
de su existencia son los misterios asociados al nacimiento, la muerte y a los
diferentes estados de conciencia, la memoria y la imaginación. De este modo, se
sugiere que el alma es como una especie de fuerza o impulso vital.
Paradigma científico y la existencia del alma
Según
el filósofo e historiador de la ciencia Thomas Kuhn, un paradigma científico es
el conjunto de realizaciones, de este tipo, que son universalmente reconocidas.
Además, de generar modelos de soluciones y de problemas en la comunidad
científica, los paradigmas están sujetos a las críticas.
El
paradigma científico actual no suele reconocer la dimensión espiritual. Más
bien apunta a que no hay necesidad de alma y nos explica la vida a través de
ecuaciones, de la actividad del carbono, de la actividad de las proteínas, etc.
Ahora
bien, mientras que la religión da la respuesta a la existencia del alma desde
el punto de vista espiritual asociándola a lo trascendente e incorpóreo; la
ciencia, si la concibe, la asocia a lo material. Es decir, la entiende como un
sinónimo de la mente, desde la visión poética, o, la reduce al concepto de
cognición y de consciencia.
Conciencia
Teorías científicas actuales, desafiantes
Sin
embargo, aunque la neurociencia haya llegado a grandes progresos explicando el
funcionamiento de nuestro sistema nervioso e intentando explicar el porqué de
las experiencias subjetivas, aún continúa siendo un misterio. Entonces, el
problema de que si el alma existe o no, se relaciona con la comprensión de la
naturaleza del yo.
Actualmente,
diferentes teorías han comenzado a desafiar el paradigma científico. Sobre
todo, el físico-químico. Un ejemplo de ello es el biocentrismo, el cual está
haciendo hincapié en arduas preguntas sobre la naturaleza humana. Por ejemplo,
se plantea si existe el alma o si hay algo más allá del tiempo.
Esta
nueva visión del ser, del cosmos y de la realidad, cree que la vida va más allá
de los átomos y partículas. Eso explicaría asuntos como el entrelazamiento
cuántico y el principio de incertidumbre. De hecho, algunos autores señalan que
la rareza cuántica se da en el mundo a escala humana, tal y como sugirió
Gerlich et al (2011) en su artículo «Quantum interference of large organic
molecules».
Robert
Lanza, científico estadounidense, sugirió la teoría del biocentrismo. En esta
teoría considera que la vida y la biología son esenciales para el ser, la
realidad y el cosmos, y afirma que la consciencia crea el universo y no al
revés. Así, no desconoce la aproximación fisicoquímica a la explicación de los
asuntos del ser, pero le otorga mayor importancia la biológica.
Entonces,
para otros planos del conocimiento científico, el espacio y el tiempo son
herramientas de la mente y lo asocian a la existencia. Desafío que nos aleja de
la intuición clásica y sugiere que una parte de la mente o del alma es inmortal
y existe fuera de estas categorías.
En
suma, determinadas partes de la ciencia sí reconocen el alma, bien sea porque
lo asocian a la visión poética o lo reducen a la cognición. Otros, continúan
con la visión tradicional de negarla, mientras que algunas teorías actuales
comienzan a pensar en su existencia, gracias a los nuevos descubrimientos que
dan cuenta de la naturaleza del ser asociado al tiempo y el espacio.
Fuente:
María Alejandra Castro Arbeláez, La Mente es Maravillosa
Revisión
y Diseño: elcofresito
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