EL REINO DE RYUKYU, UN PEQUEÑO GIGANTE DEL COMERCIO MEDIEVAL

 

Situado entre el norte de Taiwán y el sur de la isla japonesa de Kyushu, el archipiélago subtropical de Ryukyu y su isla más conocida, Okinawa, jugaron un papel central como reino independiente asiático hace 500 años. Los primeros colonizadores de las islas llegaron de China, Austronesia y Japón, formándose una sociedad cazadora recolectora. Hubo un vínculo con las culturas Jomon (15.000 a 3.000 a.C.) y Yayoi, así como con el pueblo Ainu. La primera dinastía, Tenson, tiene un aire legendario. El primer gobernante de Tenson era descendiente de Amamikyu, la diosa de la creación.

Esta supuesta dinastía tuvo 25 gobernantes que no conocemos. En el siglo XII aparece el legendario samurai Minamoto No Tametomo (1139-1170). Después de ser desterrado, se exilió en Okinawa. Tuvo relaciones con la hermana del Aji (señor) de Ozato. De esta relación nació Shunten, fundador de la nueva dinastía y primer rey de Okinawa (1187). Esta dinastía fue proseguida por la dinastía Eiso, que introdujo la agricultura. Los mongoles fueron rechazados durante su ataque (siglo XIII)

Crecimiento del Reino de Ryukyu

En el siglo XIV, la isla de Okinawa se encontraba dividida en tres cacicazgos que luchaban por imponerse al resto. Hokuzan, al norte, era la mayor y más poderosa. Al centro, Chûzan era la más próspera económicamente. Al sur, Nanzan, la más débil. Es el período de los tres reinos. Desde 1372 la isla era tributaria de los Ming, que a su vez ofrecían protección y formación a la corte. Llegaban funcionarios. Ocasionalmente se pagaban tributos al Shogunato Ashikaga. Tras varios años de luchas, Chûzan salió como reino victorioso. Nacía la dinastía Sho (1429). El rey Hashi fue el primero del reino unificado e independiente de Ryukyu. El reino prestaba vasallaje a China. Con el beneplácito de los Ming, constituyó una corte al estilo chino. Construyó el famoso castillo de Shuri y el importante puerto de Naha. Con el reinado de Sho Shin (1478-1526), la dinastía alcanzaría su máximo apogeo. Centralizó el estado y consiguió que los Aji, señores feudales, perdieran poder local y los integró en la defensa del reino. Sho Shin consiguió una notable prosperidad y paz. Aumentó la urbanización. Se construyeron castillos y templos por toda la isla y se inició la expansión militar hacia las otras islas del archipiélago. En 1500 se ganaría el control de las islas sureñas de Yaeyama y Miyako. Hacia el 1571 la expansión proseguirá hacia el norte con las islas Amami. La sociedad era feudal, con un rey a la cabeza, seguida por los caciques (Aji), la aristocracia y burocracia Yukatchu (alta y baja nobleza). Mercaderes, artesanos, comerciantes prosperaron durante la edad dorada de Ryukyu. La gran mayoría, campesinos y pescadores permaneció pobre. La cultura del reino tenía una enorme influencia china, superior a la japonesa. Unos de los elementos culturales que llegó del continente fue la veneración a los Shisha, criaturas mitológicas mitad león mitad perro. El budismo fue la religión predominante, junto a cultos animistas. El Bingata, de influencias chinas e indias, se convirtió en la técnica artesanal por excelencia para teñir los tejidos, y se usaría para fabricar los coloreados y espectaculares kimonos de las mujeres nobles okinawenses. Las prendas destacaron por su vivacidad y calidad.

Comercio floreciente

La vinculación y el tributo a China fue muy positivo para el reino. Los propios Ming proporcionaban barcos y el uso de sus puertos para el desarrollo del comercio de Ryukyu. Estas facilidades permitieron una expansión mercantil muy importante por todo el sudeste asiático. Durante 150 años el reino de Ryukyu jugó un papel clave en el desarrollo de Asia Oriental. Así, sus barcos llegaron a los puertos de China, Dai Viet (Vietnam), Japón, Corea, Siam, Luzón, Malacca, Sumatra, Java, y otras muchas islas. Comerciaban con todo tipo de productos y bienes. Cerámica, plata, especias, hierro, azúcar, textiles, biombos, armas, marfil o ámbar gris, fueron algunos de los productos más valorados. En el Rekidai Hoam, registro oficial de documentos del reino, se contabilizan 150 viajes entre Ryukyu y el Sudeste asiático entre 1424 y 1630. Las relaciones comerciales estuvieron acompañadas por beneficiosos contactos diplomáticos. Los intercambios con Corea prosperaron. El declive de esta importante red comercial se produjo a finales del siglo XVI a causa de la actuación pirata (Wokou) y los mercaderes portugueses.

Primeros contactos

El ejército de Ryūkyū era muy reducido. Sin embargo, el reino unificado tuvo que afrontar algunas rebeliones locales (1458, 1500) y el ataque de los piratas. El rey Sho Shin reorganizó el ejército de forma efectiva. En 1466 ataca Amami y Kikai con 2000 hombres y 50 barcos. En 1493 fueron capaces de derrotar al dominio de Satsuma (isla de Kyushu) cuando este invadió Amami. Los ataques piratas a Naha fueron bien defendidos. Armas habituales fueron la lanza, el arco y la espada.

La espada wazikashi fue muy utilizada. La artillería y cañones llegaron desde China. Por lo que respecta a la marina, podían reunir hasta 100 juncos de guerra. La prohibición a la población a tener armas junto con la cultura budista y pacifista mayoritaria, limitaron el potencial bélico de Ryukyu. Pero al mismo tiempo esto provocó un desarrollo secreto. Hablamos de las artes marciales. En este contexto de prohibición y bajo influencia china (kenpo), tuvieron un extraordinario desarrollo. Los Yukatchu, aristocracia feudal parecida a los samuráis, empezaron a practicar luchas y técnicas en secreto con los medios que disponían. Trasmitían sus conocimientos de padre a hijo, casi siempre al hijo mayor. El arte marcial conocido como Te (Okinawa Te) fue el origen del Karate. También se desarrolló el Kobudo, el Tegumi, entre otros estilos. Los campesinos no disponían de capacidad ni tiempo para la lucha.

Sumisión a Japón

En 1609 todo cambia para el reino de Ryukyu. Alegando derechos ancestrales, sumado a los intereses por las islas Amami, Shimazu Iehiza, señor de Satsuma, decidió proceder a la invasión de las islas. Contaba con el beneplácito de Tokugawa Ieyasu. Con la lección aprendida tras las guerras de Corea (1592-1598) y las cruentas guerras civiles, la armada samurái desplegó un plan inapelable. Realizaron una serie de desembarcos rápidos por todas las islas del archipiélago, guardando la mayor fuerza para la gran isla de Okinawa. Satsuma enviaba un contingente muy preparado de 100 barcos, 3000 samuráis y 3000 marinos. Las fuerzas de Ryukyu contaban con 5000 hombres. Las tropas japonesas usaron ampliamente las armas de fuego. Conquistaron el puerto de Naha y el Castillo de Shuri. El rey fue encarcelado.

Ryukyu pasó a prestar vasallaje a Satsuma, pero se permitió la continuidad de las relaciones con China y una cierta autonomía. La última delegación Qing llegó en 1866. En 1879 las islas serían anexadas definitivamente por Japón. Okinawa volvería a ser la triste protagonista en 1945. Para concluir, hay que mencionar que el castillo de Shuri fue destruido durante la Segunda Guerra Mundial. Reconstruido en 1992, sufrió un incendio recientemente. Es Patrimonio de la Humanidad. Okinawa y las islas Ryukyu destacan hoy por su calidad de vida, gastronomía y biodiversidad.

Fuente: David Selva, Revista de Historia

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