EL GENERAL INCA RUMIÑAHUI Y SU EJEMPLO DE RESISTENCIA

 



El general inca Rumiñahui, nació en Píllaro, otros dicen que en Quito, algunos historiadores manifiestan que en 1482, otros en 1490, desconociéndose exactamente el mes y el día, sin embargo, la fecha de su muerte se atribuye al 10 de enero de 1535, aunque también se precisa que fue el 25 de junio de 1535.

No se conoce mucho sobre su nacimiento, niñez y adolescencia. Algunos historiadores señalan que fueron sus padres el Inca Huayna Cápac y Nary Ati, princesa de Píllaro; hija de Pillahuaso, Cacique o Ati de Píllaro, San Miguel, Mulalillo y Panzaleo y de la reina Choazanguil.

El verdadero nombre de Rumiñahui es Pillahuaso, tomado de su abuelo. Rumiñahui es solamente un apodo que significa “Cara de Piedra” y así lo llamaban por tener un berrueco o tumorcillo en la niña del ojo, para algunos se debió a un velo que nublaba su vista, luego de una herida en batalla o una catarata, no obstante otros catalogan que este sobrenombre se debió a que infundía dureza y un implacable carácter. Rumiñahui, estuvo a cargo de las acciones militares durante la Guerra Civil entre los hermanos Huáscar y Atahualpa.

Pillahuaso es voz de origen “Quitwa”, más antigua que el quechua. En cambio “Ati” es quechua y significa “Vencedor, invencible…”, título que usaba el viejo Pillahuaso en tiempos de Huayna Cápac, habiéndolo trasmitido a su nieto Rumiñahui.

Ejerció su profesión de general, como uno de los más hábiles de Huayna Capac, pero luego de su muerte sirvió a Atahualpa.

Rumiñahui junto a Atahualpa

Rumiñahui, como general de los ejércitos de Cusco, participó en algunas campañas, donde fue capaz de ilustrar las técnicas de guerra a Atahualpa quien constantemente lo acompañaba. Tras la misteriosa muerte de Huayna Cápac y de su hijo sucesor Ninan Cuyuchi, probablemente de viruela traída por los españoles que ya se encontraban en América, el general quiteño jura fidelidad a Atahualpa.

Los generales atahualpistas: Rumiñahui, Chalcuchímac y Quisquis participaron en la Guerra Civil. Al comienzo de las hostilidades, estuvo presente en los enfrentamientos más importantes junto a los generales de Atahualpa: Quisquis y Chalcuchímac, pero, cuando la zona de operaciones se trasladó hacia la capital Inca, se le encomendó proteger la retaguardia del ejercito atahualpista. Fue entonces cuando se produjo la revuelta de Cajamarca.

En la Verdadera Historia de Atahualpa, en un artículo publicado anteriormente por este medio, se describe cómo en realidad sucedió la invasión española a territorio inca y qué sucedió durante su estadía hasta la toma como rehén del “emperador”, para posteriormente darle muerte.




Durante el cautiverio de Atahualpa, Rumiñahui, fue el encargado de verificar la presencia de los españoles sin intervenir de forma militar. Luego de enterarse del rescate que prometió Atahualpa, trató de recolectar los tesoros del Inca, pero este sería engañado luego de pagar por su libertad.

Después de la muerte de Atahualpa, los españoles habrían tomado rumbo hasta la jurisdicción de Rumiñahui, quién se preparó para actuar, pero enfrentó al sucesor de Atahualpa de manera pacífica, es decir no se ocuparía de los invasores porque creía que eran invencibles.

Para Rumiñahui, esta supuesta debilidad del legítimo sucesor de Atahualpa fue un incentivo para iniciar acciones, según algunas crónicas españolas, bajo el pretexto de un banquete para conmemorar el fallecimiento del Inca, invitó a los familiares y fieles de Atahualpa y en medio de la fiesta, les hizo poner de pie y eliminó a los parientes y al heredero al que consideraba un traidor a la tierra de sus antepasados. El cuerpo del infortunado príncipe fue profanado, y con su piel fabricaron una especie de tambor macabro.

Sin embargo, hay historias que aseguran que en esa ocasión, se mató a todos los hijos de Atahualpa, mientras que más tarde se encontraron muchos hijos vivos del emperador.




Los españoles usurpan Quito

Las fuerzas españolas conformadas por indios y europeos, eran superiores a las de Rumiñahui. Inicialmente, las tropas españolas pudieron confiar en los arreglos de Sebastián de Benalcázar que, por propia iniciativa, había emprendido la conquista del Territorio del Norte, deslumbrado por la esperanza de que el oro existía en ese lugar en gran abundancia. Más tarde, estos se vieron reforzados por la llegada de los contingentes del adelantado Don Pedro de Alvarado, uno de los conquistadores de México.

Rumiñahui no estaba solo. A su lado combatían los ejércitos de Zope- Zopahua y también llegarían refuerzos del ejército de Quisquis quién se hallaba en Cusco. Los tres ejércitos indígenas estaban operando, pero por separado, lo que permitió a los españoles hacer frente uno por uno, con evidentes ventajas estratégicas.

El factor que más influyó en el resultado del fracaso de la resistencia en Quito fue la presencia de los antiguos enemigos del pueblo de Quito, los Cañaris, que se aliaron con los invasores españoles. Los Cañaris, sacaron provecho de las desgracias de sus antiguos opresores, los quiteños, para recuperar su libertad, sin saber que se atarían a un yugo más pesado. La presencia de los Cañaris permitió a los españoles aliviar o disminuir cualquier preocupación de carácter militar y de aprovisionamiento que tuvieran.

A pesar de esto las primeras batallas fueron muy cruentas y los españoles pagaron caro su avance. Teocajas, Ambato, Pancallo y Latacunga sitios donde hubieron feroces enfrentamientos y donde se vio a las fuerzas de Quito luchar valientemente antes que perder. El general Quisquis, en un ataque sorpresa, logro matar catorce enemigos y obligó a la mayor parte del ejército español a retirarse, el anciano líder no pudo continuar por mucho tiempo, ya que en sus numerosas proezas fue asesinado por sus propios hombres en una acalorada disputa, dado que él quería incursionar, cambiando la estrategia, por lo que podríamos llamar guerra de guerrillas.

El general Inca Rumiñahui había ideado tácticas para tratar con los caballos españoles. Había hecho agujeros en el suelo cubriéndolos con ramas, por ejemplo, para evitar las cabalgatas de los furiosos animales. A pesar de su tenacidad finalmente los españoles tomaron Quito, pero esta ciudad resultó quemada por las tropas nativas que la acababan de abandonar. El ejército de Rumiñahui fue obligado a retirarse de su zona de operaciones acosado por sus enemigos, pero fueron capturados gran parte de ellos junto al general atahualpista. Sobre las ruinas del Quito indígena, Sebastián de Benalcázar, posteriormente, fundaría la ciudad española de San Francisco de Quito, un 6 de diciembre de 1534.




La muerte de Rumiñahui

El propósito de la usurpación de Quito por parte de los españoles, fue la ambición de hallar oro y el famoso tesoro de Atahualpa, que se decía había sido enterrado. El oro que buscaban nunca fue encontrado, solo una pequeña cantidad de riquezas, pero incomparable al supuesto tesoro del inca.

Sebastián de Benalcázar y sus capitanes, convencidos de la existencia de esa inmensa fortuna, destruyeron templos y hogares. Ya en la exasperación de las búsquedas sin éxito, volvieron hacia sus prisioneros para obtener algún tipo de información. Rumiñahui y sus capitanes fueron sometidos a torturas, pero jamás abrieron la boca. Viendo todos sus esfuerzos inútiles, los españoles decidieron deshacerse de ellos y en enero del año 1535: Rumiñahui, Zope- zopahua, Quingalumba, Razorazo y Sina fueron ejecutados, algunos en las llamas y otros con otras formas igualmente atroces de muerte.

Según el historiador Óscar Efrén Reyes, Rumiñahui, falleció quemado vivo por los españoles el 10 de enero de 1535, en una improvisada hoguera en lo que actualmente se conoce como la Plaza Grande de Quito. No obstante otros historiadores aseguran que existe un acta del Cabildo de Quito, donde se indica que el 25 de junio de 1535, Rumiñahui fue exterminado.

Fuente: Hazte Ver Ecuador

https://hazteverecuador.com/el-general-inca-ruminahui-y-su-ejemplo-de-resistencia/

Revisión y Diseño: elcofresito



Comentarios

Entradas populares de este blog

El desaparecido tesoro de los Incas.

El Virreinato del Río de la Plata y su economía

La historia de Rollo, el vikingo del que descienden muchos monarcas europeos.

Costumbres y comportamientos en la antigua Roma.

Historia de la avenida 24 de Mayo, Quito, Ecuador.

La misteriosa piedra de Petradox.

El Imperio español vs El Imperio británico: Legado patrimonial

Recuerdos del Quito antiguo: La Plaza Arenas, su historia y fotografías.

La historia de Jeremiah Johnson, el devorador de hígados, en cuya película sobre su vida fue caracterizado por Robert Redford.

Siete propuestas de Bernie Sanders, el candidato que pone nerviosa a la élite liberal de EEUU