ALGUNAS MARAVILLAS Y ENIGMAS DEL MUNDO ANTIGUO
Se cree que hace varias decenas de miles de años existió una civilización llamada Mu en un continente situado en el Océano Pacífico, posiblemente la civilización más antigua del planeta Tierra. El continente de Mu era un paraíso de clima tropical que se extendía por una inmensa llanura, con grandes ciudades y una población que podría alcanzar los 60 millones de personas, de raza blanca, ojos y pelo oscuros, dedicados a la agricultura, a la navegación y al comercio.
Se cree que una serie de violentas erupciones volcánicas y maremotos gigantescos lo hicieron desaparecer, transformando el vasto continente en los cientos de islas que forman hoy los archipiélagos de Oceanía repartidos por el océano Pacífico. Se ha encontrado a escasos kilómetros de la isla Yonaguni una ciudad sumergida que tiene unos 10.000 años de antigüedad y que sería una de las ciudades más antiguas del planeta y que podría corresponder a la civilización Mu. Se presentan en forma de pilares hexagonales, escaleras, avenidas, arcadas y hasta una pirámide escalonada considerada como el edificio más antiguo del mundo, con 50 metros de largo, 20 de ancho y 25 de alto, parecido a un Zigurat.
Existe una leyenda en Tamil Nadu, en la costa este de la India, que nombra una ciudad desaparecida bajo las aguas del océano, llamada Mahabalipuram. El devastador tsunami del 26 de diciembre del 2004 hizo que salieran a las playas esculturas de granito que podrían tener 6.000 años, dos grandes leones, un elefante, un caballo, varias esculturas de guerreros vestidos y un buda de bronce de 23 centímetros. Se cree que pertenecen a la ciudad sumergida de Mahabalipuram, perdida hace miles de años, con la que desapareció la dinastía Pallava y la arquitectura dravidiana.
Hiperbórea Thule
Esta civilización debió florecer hace más de 60 mil años, durante el último período interglaciar y que fuera mencionada por primera vez por el geógrafo y explorador griego Pytheas de Massalia, 350 años a.C. Pytheas fue de los primeros en cruzar el estrecho de Gibraltar y suyo fue el primer testimonio escrito en el que se llama a la península ibérica “Hispania” y el primero que descubrió que era una península. Determinó la posición precisa del polo norte celeste que no coincide con la estrella polar y, además, el primero en observar el Sol de Medianoche, la Aurora Boreal y en relacionar las fases de la luna con las mareas.
Pytheas dijo, 330 años a. C., que Thule o Tile era el país más lejano, seis días al norte de la isla de Gran Bretaña, donde el sol del verano nunca se ponía y que más allá estaba el mar sólido. Explicó que los pobladores de la hiperbórea Thule carecían de cultivos y se alimentaban de mijo, hierbas, frutos silvestres, raíces, leche, y fabricaban una bebida con trigo y miel.
Los aztecas en sus leyendas hablan de una Thule, una isla maravillosa que existió en el Atlántico. Los celtas consideraban a los habitantes de la isla de Thule como seres sagrados, de raza blanca que poseían temibles conocimientos mágicos.
Los historiadores latinos: Diodoro de Sicilia, Plinio y Virgilio escriben sobre una gran isla situada en el Ártico. En el siglo XX diversos científicos han investigado y sondeado las regiones polares detectando por sonar un inmenso continente, con sus accidentes geográficos, bajo las capas de hielo de centenares de metros de espesor.
En tiempos lejanos, los polos tenían un clima más benigno, con flora y fauna de clima cálido. Se han descubierto restos fósiles de plantas y animales correspondientes a zonas templadas e importantes yacimientos de carbón fósil bajo el hielo de estas islas, que demostrarían que allí se desarrolló una exuberante vegetación y evidencia la completa transformación climática sufrida en el Océano Ártico. Los celtas, germanos y vikingos sabían de una región muy al norte donde crecían verdes pastos, la caza era abundante y su temperatura era cálida.
La Atlántida
Es el nombre de una isla legendaria desaparecida en el mar hace 12.000 años, mencionada y descrita por primera vez en los diálogos de Platón y situada frente a las Columnas de Hércules.
La Atlántida era abundante en recursos, grandes bosques que proporcionaban madera, animales domésticos y salvajes, especialmente elefantes, así como abundantes alimentos conseguidos de la tierra. Los atlantes construyeron grandes obras, edificaron una acrópolis sobre una montaña rodeada de círculos de agua, y notables edificios, como el Palacio Real y el templo de Poseidón.
Construyeron un gran canal, para comunicar la costa con el anillo de agua exterior que rodeaba la metrópolis y otro menor, cubierto, para conectar el anillo exterior con la ciudadela. Y cada anillo estaba rodeado por un muro. Los muros estaban hechos de roca roja, blanca y negra sacada de los fosos, recubiertos de latón, estaño y oricalco.
Finalmente, cavaron alrededor de la llanura oblonga una gigantesca fosa a partir de la cual crearon una red de canales rectos que irrigaron todo el territorio de la planicie. Es curiosa, una pieza cerámica de principios de la Edad del Hierro encontrado en Jaén, España, en la que se ve reflejada la acrópolis de la Atlántida.
Mega, en Cuba
En el verano del año 2.000 un equipo de investigadores dirigido por el Paulina Zelitsky y Paul Weinzweig, descubrieron lo que parecían ser las ruinas sumergidas de una ciudad antigua, la ciudad perdida de Cuba, que abarca más de 20 kilómetros cuadrados. El sitio conocido como Mega, que podría tener más de 6,000 años, está situado a 4 km. de la punta occidental de Cuba y a más de 800 metros bajo la superficie del mar. Es un conjunto de estructuras megalíticas submarinas, dispuestas de este a oeste, constituidas por bloques graníticos de formas geométricas, con superficies relativamente planas y pulidas y que sobresalen del fondo arenoso marino.
Alejandría fue la ciudad fundada por Alejandro Magno, rey de Macedonia, en el 332 a.C. Estaba ubicada junto a la desembocadura del río Nilo y fue llamada la Ciudad de los Mil Palacios por sus obras colosales, las más grandes que se construyeron jamás en Egipto, entre las que destacaban el Palacio de Cleopatra, el Museo, la Biblioteca y el Faro.
El palacio de Cleopatra, construido en mármol, incluía una Biblioteca que fue en su época la más grande del mundo, con más de 900.000 volúmenes, y un “Santuario de las Musas”, un centro internacional de investigación en literatura, matemáticas, astronomía, historia, física, medicina, filosofía, geografía, biología e ingeniería, que acogía un pequeño zoológico, jardines, una gran sala para reuniones, salas de estudio, residencia, comedor, y un laboratorio. Dedicaron grandes sumas de dinero a la adquisición de libros, con obras de Grecia, Persia, India, Palestina, África y otras culturas. La astrónoma, matemática y física Hipatia fue la última directora del museo.
El Faro de Alejandría fue una torre-faro construida en el siglo III a. C. en la isla de Pharos, con una altura estimada de 150 metros, considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo. En su construcción se utilizaron grandes bloques de vidrio que fueron situados en los cimientos para evitar la erosión y aumentar la resistencia contra la fuerza del mar.
El edificio erigido sobre una plataforma de base cuadrada era de forma octogonal y estaba construido con bloques de mármol ensamblados con plomo fundido. En la parte más alta había un gran espejo metálico que reflejaba la luz del sol durante el día, y por la noche proyectaba la luminosidad de una gran hoguera a una distancia de hasta cincuenta kilómetros. En el año 1.100 a.C. un fuerte terremoto asoló Alejandría y el faro se desplomó.
Alejandría desapareció bajo el mar en el año 303 a. C. víctima de su propia grandeza. Fue a causa del llamado “fenómeno de licuefacción”. El lodo del Nilo está compuesto por cristales que, a su vez, contienen agua dentro. Si se ejerce una presión muy grande sobre esta superficie, los cristales se juntan y dejan escapar esa agua que, en una fracción de segundos, es evacuada provocando que la tierra pierda entre el 50 y 60% de su volumen por lo que todo lo que esté construido sobre este suelo se viene abajo. Y los enormes y pesados templos y palacios provocaron que el suelo se abriera y se los tragara literalmente.
Pompeya
Pompeya fue una ciudad de la antigua Roma fundada en el siglo VII a. C. por los Oscos en la bahía de Nápoles, En el año 62 d.C. un terremoto dañó seriamente Pompeya y otras ciudades cercanas, pero fue reconstruida. El 24 de agosto del año 79 d.C. la erupción del Vesubio la sepultó junto a Herculano. Quedaron olvidadas hasta que fueron redescubiertas, Herculano en 1.738 y Pompeya en 1.748. Las primeras excavaciones fueron realizadas por el cuerpo de ingenieros del Ejército Español siendo rey de Nápoles Carlos de Borbón, futuro Carlos III de España. El urbanismo de Pompeya sirvió de modelo al rey en el siglo XVIII para embellecer la ciudad de Madrid y resolver sus graves problemas de salubridad.
Pompeya tenía las calles adoquinadas, aceras, pasos cebra y un centro peatonal, fuentes, tiendas y tabernas. Se ha descubierto que en las fachadas de las casas escribían pintadas, que tomaban el aperitivo y dormían la siesta, que tenían acomodadores en los teatros o que frecuentaban los “termopolium”, locales parecidos a los bares, que tenían una barra donde ofrecían bebida y comida calientes.
Además, en la cocina fueron los creadores de diez clases distintas de pan y de galletas. La ciudad contaba con el foro en pleno centro de la ciudad, el templo de Vespasiano, un gran mercado, las Termas Estabianas con agua caliente bajo el pavimento, gimnasios, el anfiteatro, un gran hotel, el Murecino, casas y villas como la casa de los Vettii, en cuyo atrio se hallan dos grandes cajas de caudales y en sus paredes famosos frescos como el de Hércules y las serpientes, la villa de Boscoreale, la casa de Maleagro, o la casa del Fauno, la de la Fuente Grande o la de Milagro, que dan idea de la opulencia de sus propietarios.
En el interior de las casas se conservan todavía muebles, enseres, objetos de oro y plata, instrumentos de trabajo, vajillas, lámparas de bronce y de terracota, molinos de aceite y muelas para el trigo, talleres para la elaboración de la ropa, talleres de carpinteros, tiendas de ultramarinos, de fruta y verduras. Las pinturas de más de 400 frescos fueron arrancados de las paredes de las casas pompeyanas en los siglos XVIII y XIX y trasladados al Museo Arqueológico Nacional de Nápoles.
Herculano
Herculano fue una antigua ciudad romana más pequeña y más rica que Pompeya y que también fue sepultada por la lava del Vesubio. Redescubierta en 1.738, se han encontrado desde pinturas murales y mesas de tres patas hasta quemadores de perfume y tazas de té. Entre los edificios más destacados está la famosa Villa de los Papiros, identificada como el fastuoso retiro con vistas al mar de Lucio Calpurnio Piso Caesomnio, suegro de Julio César.
Su nombre deriva del descubrimiento de su biblioteca con 1.785 rollos de papiro carbonizados, que se podrán leer usando la imagen multiespectral. Albergaba una amplia colección de ochenta esculturas de magnífica calidad. La magnificencia de la villa motivó al multimillonario norteamericano Jean Paul Getty a construirse una recreación de la Villa de los Papiros en Malibú.
El Coloso de Rodas
Era una gigantesca estatua dedicada al dios griego Helios, construida en el siglo III a. C. Todo lo que se conoce sobre esta estatua se debe a las noticias que nos han dejado los antiguos escritores Estrabón y Plinio, o a las crónicas bizantinas de Constantino VII. Construido en el año 279 a. C. estaba hecho con placas de bronce sobre un armazón de hierro, medía 32 metros de altura y unas 70 toneladas de peso, dimensiones similares a las de la Estatua de la Libertad de Nueva York.
En el año 223 a.C. un terremoto derribó la colosal obra. Los habitantes de Rodas decidieron dejar sus restos en el mismo lugar donde cayeron y así quedó la estatua. Novecientos años después los musulmanes se apoderaron del bronce como botín de guerra. Es considerada como una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo.
Los Jardines Colgantes de Babilonia
La ciudad de Babilonia está situada a unos 90 kilómetros al sur de Bagdad y fue la capital de dos famosos reyes de la antigüedad: Hammurabi (1792 a 1750 a.C.), autor de uno de los primeros códigos legislativos de la humanidad, y Nabucodonosor (604 a 562 a.C.), el rey que mandó construir los Jardines Colgantes de Babilonia hacia el año 600 antes de Cristo, como regalo a su esposa Amytis, para demostrarle así el amor que sentía por ella y hacerla recordar las montañas de su tierra.
Estrabón describió a los jardines colgantes de Babilonia: “Este consta de terrazas abovedadas alzadas unas sobre otras, que descansan sobre pilares cúbicos. Éstas son ahuecadas y rellenadas con tierra para permitir que árboles de gran tamaño sean plantados. Los pilares, las bóvedas, y las terrazas están construidas con ladrillo cocido y asfalto”. Se sabe que en una de las terrazas se encontraba un gigantesco depósito de agua que alimentaba a una serie de cascadas y pequeños arroyos.
El Dorado
Fue el conquistador español Sebastián de Belalcázar quien en el año de 1534 divulgó la leyenda sobre un rey llamado Guatavita, uno de los más poderosos caciques Muiscas, que en una ceremonia era untado con barro y seguidamente espolvoreado con oro en polvo, de tal manera que quedaba literalmente rebozado de este metal. Subido a una balsa, de pie, sus seguidores depositaban un gran montón de oro y esmeraldas para que los ofreciera a su dios en el centro de la laguna Guatavita.
Todos los exploradores creyeron que encontrarían una ciudad con casas de oro, muebles de oro, vasijas de oro, a la que llamaron El Dorado. A pesar de las expediciones que una tras otra se llevó a cabo, no fue hasta 1.801 que Alexander von Humbdot encontró la laguna, de un kilómetro de diámetro. Fue drenada en numerosas ocasiones, pero el esfuerzo fue muy costoso y poco el oro encontrado.
Una de las piezas recuperadas en las cercanías, no en el fondo del lago, fue la famosa Balsa Muisca, considerada como uno de los trabajos más elaborados de los indios y también la prueba esencial de sus ceremonias. Fue hallada en 1.856 y actualmente se exhibe en el Museo del Oro
Tiahuanaco
Fue el centro de la civilización preincaica más antigua. La capital de ese antiguo imperio megalítico fue Tiwanaco de fuerte influencia mesopotámica, basada en la agricultura y la ganadería Su arquitectura está decorada con relieves y por los restos que quedan se puede apreciar su magnificencia, que se extiende por una superficie de 600 hectáreas.
El Templo de las Piedras Paradas o Kalasasaya, que ocupa dos hectáreas, contiene tres importantes esculturas: el monolito Ponce, donde se aprecian finos grabados iconográficos de hombres alados, peces, cabezas de puma o de camélidos, cóndores, águilas y símbolos escalonados; el monolito El Fraile, que es un enigmático personaje que lleva un báculo y un keru en las manos y en su faja se aprecian huellas de cangrejos en relieve; y la Puerta del Sol, trabajada en un solo bloque de piedra volcánica de aproximadamente 10 toneladas de peso. Y el dintel tallado, con tres franjas horizontales, y con una figura central, el Señor de los Cetros, rodeado por 48 geniecillos alados.
También se encuentra el Palacio de los Sarcófagos, con planta rectangular, en cuyos muros interiores hay cámaras funerarias talladas en piedra con acceso al patio central, donde se enterraba a los jerarcas tiwanacotas. Lo singular de las puertas es que se cerraban con piedras corredizas que se deslizaban al humedecer el suelo.
El Templete Semisubterráneo es una de las más acabadas realizaciones arquitectónicas de la época de explendor de Tiwanacu. Sus muros están adornados interiormente por 175 cabezas, pertenecientes a distintas razas.
Puma Punku o Puerta del Puma es uno de los templos más extraordinarios. Abarca un espacio aproximado de 2 hectáreas y es una estructura piramidal.
La Pirámide Escalonada o Acapana es una pirámide única en el mundo porque tiene la figura de la mitad de una cruz andina. Tiene 800 metros de perímetro, 7 terrazas escalonadas y 18 metros de altura.
Kantatallita o Luz del amanecer, es una de las piezas más extraordinarias por sus detalles de acabado. Presenta un friso con un minucioso trabajo iconográfico. Por sus características es probable que esta pieza hubiera estado cubierta con planchas metálicas de oro.
Capadocia
Es una región histórica de Anatolia central, en Turquía, cuya formación geológica, producida por la erupción de antiguos volcanes, ha adquirido formas caprichosas tras millones de años de erosión y donde los antiguos habitantes construyeron asentamientos subterráneos excavados en la roca hace más de 4.000 años.
Se han encontrado 37 ciudades subterráneas, de las que destaca Derinkuyu (pozo profundo), la más grande encontrada. Se extiende por más de 4.000 m2, con 1.200 patios, 20 niveles subterráneos y más de 100 metros de profundidad, con establos, comedores, iglesias, cocinas, prensas para el vino, bodegas, cisternas de agua, áreas habitacionales y pozos de ventilación. además de otros servicios propios para atender a más de 20.000 personas durante meses.
La entrada estaba protegida por una piedra en forma de disco, que se hacía girar para bloquear el paso y que solamente podía hacerse girar desde dentro. Una segunda piedra protege la ciudad, unos metros más adentro, como un doble seguro.
Fuente: Oldcivilizations's Blog
Revisión y Diseño: elcofresito
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