LOS AGROGLIFOS EN LOS CAMPOS DE CULTIVO: LA VERDADERA HISTORIA.

 



Hasta el año 1991, a mucha gente le resultaba sencillo defender con el pretexto de paranormal el origen de los famosos círculos de cultivo, los agroglifos de diseños circulares que muchos atribuyeron a algún tipo de actividad ovni. Esta fue su verdadera historia.

Lo cierto es que mucha gente cree que los círculos de las cosechas se han reportado durante siglos, un reclamo que se repite en muchos libros y páginas web dedicados al misterio. Su principal evidencia es una xilografía de 1678 que parecía mostrar un campo de tallos de avena dispuestos en círculos. Algunos toman esto como un relato de primera mano de un círculo de cultivos, pero una pequeña investigación histórica muestra todo lo contrario.

La xilografía en realidad ilustra lo que en el folclore se llama una leyenda del “demonio de siega”, en la que un granjero inglés le dijo a un trabajador con el que estaba peleando que “preferiría pagarle al mismísimo diablo” para cortar su campo de avena que pagar la tarifa exigida. La fuente de la cosecha no es desconocida o misteriosa; de hecho, es Satanás quien, con cuernos característicos y una cola, se puede ver en el grabado con una guadaña.



Unos años después, en 1686, el naturalista Robert Plot reportó formas circulares en unos hongos (que más tarde su causa sería atribuida a corrientes de aire). De ahí saltamos al siglo XIX, momento en que John Rand Capron describió en una carta enviada a Nature unas formas circulares que aparecieron en un campo después de una tormenta.

Y luego llegó el siglo XX. Si nos fijamos bien, nadie hasta entonces había hablado de extraterrestres, ni siquiera cuando la ciencia o simplemente los hechos probados podían llegar y, por tanto, se podía sugerir cualquier origen a las figuras. Lo que sí quedaba más o menos claro desde tiempos pasados, es que los círculos sobre campos abiertos ya eran uno de los paisajes más preciosos y misteriosos.

Además, contaban con un componente que hacía por primera vez que desde un supuesto enfoque de investigación que imitaba a la ciencia, lo paranormal llegase a parecer algo más común. Y es que a diferencia de los ovnis o los fantasmas, los círculos de las cosechas son tangibles y reales: las personas pueden tocarlos y caminar hacia estas extrañas figuras, y la verdadera pregunta siempre fue qué los creaba.


Siglo XXI, el origen del mito



En realidad, los primeros círculos de cultivos “reales” no surgieron hasta la década de 1970, cuando comenzaron a aparecer círculos simples en el campo inglés. El número y la complejidad de los círculos aumentaron de forma dramática en muy poco tiempo, alcanzando un pico en los años ochenta y noventa cuando se produjeron círculos cada vez más elaborados, incluidos aquellos que ilustraban complejas ecuaciones matemáticas.

Con ellos llegaron los entusiastas de los círculo de cultivos, quienes han llegado a muchas teorías sobre lo que crea los patrones, que van desde lo plausible hasta lo absurdo. Una de las explicaciones a principios de los años ochenta fue que los patrones se producían accidentalmente por la actividad sexual especialmente vigorosa de los erizos.

Otras personas han sugerido que los círculos son de alguna manera creados por patrones de viento localizados y precisos, o por campos de energía de la Tierra científicamente indetectables y meridianos llamados líneas ley. Otros, por supuesto, sugieren que la respuesta yace en el viaje en el tiempo o la vida extraterrestre.



Una teoría consiste en que los patrones podrían ser realizados por viajeros del tiempo, humanos desde un futuro lejano para ayudarlos a “pilotar” nuestro planeta. En este caso, los diseños son mensajes codificados.

Los que están a favor de una explicación extraterrestre afirman que los hacen los propios patrones de las naves espaciales, otros sugieren que los hacen usando rayos de energía invisibles del espacio, ahorrándoles así el viaje hasta la Tierra. Y un giro totalmente inesperado por todos, otros creen que es el pensamiento y la inteligencia humanos, no extraterrestres, los que están detrás de los patrones, no en la forma de un engaño, sino de algún tipo de poder psíquico global que se manifiesta en el trigo y en otros cultivos.

Si bien existen innumerables teorías, lo cierto es que todas parecieron derrumbarse en septiembre de 1991, cuando dos hombres, y no dos extraterrestres, salieron a la luz pública para decir que gran parte de lo que se había atribuido a causas paranormales eran una simple broma.


Sin expediente X



Doug Bower y Dave Chorley sacudieron el mundo de los ufólogos afirmando ser la fuerza motriz detrás del fenómeno de finales de los 70 y más allá, todo ello usando poco más que un tablón de madera y una cuerda. Cuando lo comunicaron, los autoproclamados expertos en el fenómeno descartaron tales afirmaciones como ridículas, hasta que los dos hombres mostraron a todos cómo lo hicieron.

Así fue como acompañados por prensa de todo el mundo, en un pequeño campo en Warminster, los dos hombres procedieron a empujar metódicamente el trigo con tablones de madera. Unas horas más tarde, estaban parados en medio de un círculo de cultivo, el mismo por el que los extraterrestres habrían luchado por hacer que se vieran mejor. Ambos explicaron a las cámaras que habían estado haciendo círculos de esta forma durante más de una década, comenzando en 1976, poco antes de que los círculos de aspecto similar aparecieran repentinamente en otras áreas del mundo.



¿Por qué lo hicieron? Al parecer, todo surgió tras una historia que Bower había escuchado mientras vivía en Australia sobre círculos misteriosos que aparecen en los campos de caña de azúcar. Después de que Bower regresara a Inglaterra, conoció a Chorley y se hicieron amigos gracias a un hobby que tenían en común: el arte y su afición favorita a la pintura de acuarela.

Ambos comenzaron una tradición semanal de reunirse para tomar unas copas cada viernes por la noche en Winchester. Un día, en 1976, decidieron beber en el exterior, momento en que observaron las tierras de trigo que los rodeaban, y momento también en que Bower recordó la historia en Australia. Bower se volvió hacia su amigo y le dijo: “¿Te gustaría montar una gran broma?”

Esa misma noche, ambos utilizaron una barra de hierro y crearon un enorme círculo en medio del trigo. Durante los siguientes dos años, continuaron creando grandes círculos en los campos de trigo, principalmente alrededor del área de Warminster en Wiltshire, porque era, según Bower, un “centro muy conocido de avistamientos de ovnis” (en su mayoría se limitaba a luces misteriosas en el cielo).

Los primeros años no tuvieron ningún impacto en el público, así que decidieron cambiar de estrategia y dibujar sus círculos en áreas más conocidas donde suele existir afluencia de turistas. Elegido el lugar, esperaron al verano, cuando el trigo había crecido los suficiente. Hicieron el círculo más grande hasta la fecha, y 24 horas más tarde, eran la noticia nacional.

Casi inmediatamente después de que los círculos llamaron la atención del público, numerosos “expertos” comenzaron a dar las explicaciones a los sucesos.

Para promover la broma, la pareja se acercó a algunos de estos “expertos” diciendo que eran entusiastas de la vida silvestre y que a menudo caminaban por la región y que estarían encantados de estar atentos a más círculos.



Bajo esta apariencia, Bower y Chorley iban a hacer círculos y luego realizaban unas cuantas llamadas diciéndoles a los expertos que habían “encontrado otro” en un esfuerzo por mantener el engaño vivo. Curiosamente, al final ya no hacían falta llamadas: los entusiastas acudían en masa a la región en busca de más pruebas de vida extraterrestre.

Aunque los diseños se volvieron cada vez más elaborados, los materiales que utilizaron no cambiaron mucho a lo largo de los años El equipo más sofisticado era un dispositivo de observación hecho de un lazo de alambre colgado a través de la visera de una gorra de béisbol, de modo que colgaba delante del ojo izquierdo, permitiéndoles comprobar si las líneas lo estaban haciendo bien.

Aparte de esto, su equipo era una tabla de madera con una cuerda enroscada en cada extremo para que no tuvieran que inclinarse para recogerla. Bower usó los diseños de círculos de cultivos individuales en su taller.

Por supuesto, ni siquiera esta historia convenció a los que habían hecho toda una carrera hablando sobre los círculos y en algunos casos exponiendo el fenómeno a los turistas. Sin quererlo, Bower y Chorley habían creado toda una industria a sus espaldas, y tras ellos surgieron otros imitadores que utilizaron técnicas más sofisticadas con resultados realmente impresionantes.



Es posible que un día se den círculos cuyo origen venga realmente de otras civilizaciones, pero mientras tanto, la única evidencia no deja de ser humana, aunque con el tiempo, de ser una broma pasó a convertirse en toda una muestra de arte colectivo.


Fuente: Gizmodo. Tecnología, ciencia y cultura digital.

https://es.gizmodo.com/la-verdadera-historia-de-los-circulos-en-los-campos-de-1827624174

Revisión y Diseño: elcofresito

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