PEDRO DE VALDIVIA Y LA CONQUISTA DE CHILE.
Si bien la inicial conquista de Chile comenzó
desde Perú, atravesando los Andes, por hombres de la expedición de Diego de
Almagro, el descubrimiento de esta tierra americana fue realizado por
navegantes que participaron en la expedición de Fernando de Magallanes en el
año 1526. En aquella expedición el barco al mando del capitán Santiago de
Guevara fue el primero en recorrer las costas chilenas al desviarse hacia el
norte, hacia Nueva España, en vez de continuar hacia occidente. Igualmente se
produjeron varios intentos de poblamiento al sur de Chile por Simón de Alcazaba
y Francisco de la Ribera, que fracasaron en sus intentos por lo inhóspito del
lugar y el rechazo de los nativos.
La conquista, propiamente dicha, tuvo dos
fases; una primera en el año 1535 en la que Diego de Almagro, conquistador del
Perú junto a Francisco Pizarro, organizó una expedición que logró recorrer
grandes extensiones de tierra chilena pero finalmente la abandonó y regresó al
Perú. Y la segunda y definitiva organizada por Pedro de Valdivia en 1540 en la
que tras mil problemas y vicisitudes logró conquistar y pacificar la región de
Chile.
Valdivia
en los Tercios
Nacido en Villanueva de la Serena (Badajoz) en
1497, Pedro de Valdivia inició su carrera militar a los 25 años en las tropas
de Carlos I que luchaban contra los franceses en Flandes, donde combatió bajo
las órdenes de Enrique de Nassau en la defensa de Valenciennes, pasando
posteriormente a Italia integrándose en el Tercio de Infantería del marqués de
Pescara que participó en el asedio y toma de Milán.
Como miembro de los Tercios también estuvo en
la batalla de Pavía en 1525 cuando las tropas de Carlos V derrotaron e hicieron
prisionero a Francisco I de Francia, para finalmente llegar a Nápoles para
defender la ciudad contra el asedio de las fuerzas del Conde Lautrec y ya en
1527, una vez derrotados los franceses, regresó a España con el grado de
capitán y contrajo matrimonio con Marina Ortiz de Gaete, permaneciendo algunos
años en Extremadura.
Hacia
las Indias. Francisco Pizarro
Pero la vida peninsular debía resultarle
excesivamente monótona a Valdivia y en 1535 embarcó rumbo a Venezuela para
participar en la exploración del Orinoco, pero las luchas entre líderes
frustraron la expedición y Valdivia por azares del destino – y de la justicia –
acabó en Santo Domingo.
Fue en la isla donde Valdivia tuvo noticia del
requerimiento de tropas de Pizarro para sofocar la rebelión inca en el Perú uniéndose
a un contingente al mando de Diego de Fuenmayor que tras atravesar el istmo de
Panamá llegó a Lima a finales de 1536 poniéndose a las órdenes de Francisco
Pizarro.
Para entonces los conflictos entre Pizarro y
Almagro se habían agudizado y el primero, sabiendo de la experiencia militar de
Valdivia, lo nombró maestre de campo, participando en la Serena enfrentamiento
entre ambos ejércitos en la batalla de las Salinas el 6 de abril de 1538 que
terminó con la victoria de los pizarristas.
Posteriormente, Valdivia participó en la
conquista de la provincia del Collao, en la actual Bolivia, recibiendo una
encomienda en el valle de La Canela y la explotación de una mina de plata en
Porco, llegando a obtener unas rentas anuales de más de 20.000 pesos al año. Se
había convertido en un hombre rico y poderoso a pesar de lo cual no dudó cuando
Pizarro le propuso la conquista de Chile. La cercanía de la gloria era
demasiado tentadora.
Chile.
Diego de Almagro
Diego de Almagro había obtenido el 21 de mayo
de 1534 una capitulación del rey Carlos I que le concedía los derechos de
descubrimiento, conquista y poblamiento de las tierras situadas al sur de la
gobernación de Francisco Pizarro en Nueva Castilla, el título de Adelantado de
dichas tierras, las cuales se llamaron Nueva Toledo, y con una extensión máxima
de 200 millas hacia el sur, pero Almagro debido a las numerosas dificultades
que se encontró tanto con el terreno como con los indígenas abandonó la empresa
y retorno a Perú, circunstancia que fue aprovechada por un hábil Pizarro para
autorizar y ordenar a Valdivia la
conquista de Chile como teniente suyo, al amparo de una Real Cédula de 1537 que
le había concedido las tierras abandonadas por Diego de Almagro.
La
expedición
En diciembre de 1539 comenzaron los
preparativos de la expedición para partir en enero de 1540 desde el Cuzco con
150 hombres, aunque el reclutamiento fue dificultoso habida cuenta que el
abandono de la expedición de Diego de Almagro en Chile provocó rumores de que
allí no había nada interesante y disuadió a muchos aventureros que pensaban
adentrarse en esas difíciles tierras.
Esta vez la expedición no se aventuró por las
tierras interiores sin tener que atravesar los Andes como hizo Almagro tres
años antes, sino que marcharon por la costa y atravesaron el desierto de
Atacama que era complicado, pero no tan mortal ni tan difícil como la
cordillera. En poco tiempo ya se encontraban en el valle de Copiapó en donde
Valdivia tomó posesión de la tierra en nombre del Rey en vez de en nombre de
Pizarro, bautizándolo con el nombre de Nueva Extremadura o Nuevo Extremo.
Continuaron camino hacia el sur llegando a
finales de 1540 a una rocosa colina a la que llamaron Santa Lucía junto al río
Mapocho. Tras explorar los alrededores el 12 de febrero de 1541 Valdivia fundó
la ciudad de Santiago del Nuevo Extremo (actual Santiago de Chile) ante los 150
conquistadores que habían llegado junto a él. Poco después, en el mes de junio,
comenzaron las maniobras para formar una gobernación independiente de la del
Perú con Valdivia como gobernador, cargo que obtuvo concedido por el cabildo de
Santiago en nombre de Su Majestad.
Rebeliones
Pero el camino de Valdivia no fue, ni mucho
menos, un paseo triunfal. Tras la fundación de la ciudad de Santiago, Valdivia
convocó a los indígenas para hacerles saber su propósito de establecerse en el
territorio. Posiblemente debido a que aún no habían recogido las cosechas, los
naturales no manifestaron oposición, pero cuando comenzó la recolección la
hostilidad de los indígenas fue en aumento comenzando por negar alimentos a los
españoles hasta tornarse en un constante hostigamiento que obligó a Valdivia a
pedir refuerzos a Perú, aprovechando la circunstancia para desligarse
progresivamente de la autoridad del virreinato.
A pesar de las dificultades con los indígenas,
Valdivia continuaba con la idea de seguir hacia el Sur y así cuando procedente
de Perú arribó la nave San Pedro al mando de Juan Bautista Pastene en la
primavera de 1544, Valdivia pudo contar con los medios para la exploración del
litoral hasta el estrecho de Magallanes. El propio Pastene, a la cabeza de una
escuadrilla formada por la Santiaguillo y la San Pedro, recorrió la costa hasta
la bahía de San Pedro a los 41°, tomando posesión de aquel territorio.
Muerte
Tras superar numerosos conflictos con los
indígenas y no menos conspiraciones en Perú, Valdivia consiguió que el
pacificador nombrado por la corona Pedro de la Gasca le confirmase el título de
Gobernador, pero al regresar a Chile estalló la Guerra de Arauco contra el
pueblo mapuche, en la cual murió en 1553 en la batalla de Tucapel.
A Pedro de Valdivia se le recuerda en Chile
con la ciudad que lleva su nombre y la región de La Serena, nombre de su villa
natal, así como numerosos monumentos y calles e incluso un asteroide lleva su
nombre.
Fuente: Ignacio del Pozo Gutiérrez, Revista de
Historia
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