LA FORMACIÓN MÉDICA MEDIEVAL: LA ESCUELA DE SALERNO.
Ubicada al sudoeste de la Península itálica,
en la región de Campania y cerca de Nápoles, la ciudad de Salerno fue sede de
la Escuela de Medicina más importante de la Edad Media y que sentaría las bases
para la renovación de la disciplina durante el Renacimiento.
El prestigio de la institución hizo que la
urbe fuera conocida como Civitas Hippocratica y lugar de confluencia
intercultural en una época de enfrentamientos entre cristianos y musulmanes.
Según la leyenda, fue fundada por los “cuatro
maestros”: el judío Hélinus, el griego Pontus, el árabe Adela y el romano
Salernus. Esto ha llevado a dos conclusiones: 1) que se trataba de una
institución abierta a todos los cleros, nacionalidades y lenguas; y 2) que era
una escuela laica –frente a la medicina monacal de la época- y no un anexo del
Monasterio benedictino de Montecasino, como se supuso[i]. Sin embargo, debía
existir una relación amistosa con la abadía, ya que se encontraron ahí gran cantidad
de manuscritos médicos que debieron ser utilizados o incluso escritos por los
galenos de Salerno. Otras versiones atribuyen su creación a Carlomagno o a
médicos árabes y orientales. Lo que sabemos es que su fundación se produjo en
algún momento del sigo IX y tuvo su máximo apogeo en los siglos X y XI.
En el año 1076 la ciudad fue conquistada por
el duque normando Robert Guiscard, que la convirtió en su capital y en un
centro laboral y cultural. Esto dio gran impulso a la Escuela de Medicina.
Si bien fue un importante centro de formación
profesional, no produjo figuras destacadas en la historia de la medicina o
grandes descubrimientos. Aunque se suele decir que los médicos de Salerno “no
tenían cultura literaria, pero gozaban de gran experiencia y talento innato” [ii],
se le atribuyen a esta institución la publicación de más de 100 libros de
medicina[iii]. Entre los que se volvieron clásicos podemos destacar el
Passionarius de Gariopontus (siglo X-XI), De modo praeparadi cibos et potus
infirmorum –manual de cocina para enfermos- de Mussandinus, De adventu medici
(1140) –primer tratado de ética- de Aquimateo, Anatomía Porci –las clases de
anatomía se daban diseccionando cerdos ya que solo se permitía una disección
humana cada cinco años- de Kofo o Cofo, y la Cirugía (1080) de Roger de
Palermo. El cartaginés Constantino el Africano (1020-1087), famoso por haber
unido las ciencias orientales y occidentales, pasó brevemente por sus aulas. Su
principal aporte a la medicina fue haber traducido al latín las obras griegas
de Hipócrates y Galeno que se encontraban en árabe, y las de los médicos árabes
Alí Ibn Abbas, Ibn al Jazzar y Rhazés, así como las del judío Isaac Israeli ben
Salomón, aunque es cuestionado por haber firmado obras como propias[iv].
También son conocidas las “damas de Salerno”:
enfermeras y matronas que se desempeñaron en la escuela. A una de ellas, Trota
de Salerno (1050-1097), se le atribuyen los primeros tratados de ginecología y
obstetricia, aunque posiblemente solo haya intervenido en uno de ellos: De
Cirus milierum. Otras salernitanas fueron Francesca de Roma (siglo XIV), Abella
de Salerno (siglo XIV), Constanza Calenda (siglo XV) y Rebeca de Guarna (siglo
XV) [v].
El ejercicio de la medicina fue regulado en
el siglo XII por el rey Roger II de Sicilia y, más tarde, por el emperador
germánico Frederick II de Hohenstaufen en su Constitución de Melfi (1231). Se
exigía para poder desempeñarse como médico haber estudiado en la Escuela de
Salerno, haber cumplido 21 años para iniciar los estudios, ser hijo legítimo y
cursar previamente 3 años de Lógica. La carrera en Salerno duraba 5 años más un
curso de práctica de 1 año bajo vigilancia de un experto. En total, se
necesitaban 9 años para poder graduarse de médico. Tras haber aprobado los
exámenes se hacía un juramento de lealtad a la Escuela, se comprometía a
atender gratis a los pobres, no administrar medicamentos nocivos, no enseñar
falsedades y no abrir tienda de boticario. El graduado recibía un anillo, una
rama de laurel, un libro y “el beso de la paz”. Ahora ya podía titularse como
Magister o Doctor en Medicina.
La Escuela de Salerno fue la primera en
entregar título de “Doctor” (de docto: sabio) a los médicos, además de ofrecer
formación médica con independencia de la religión o nacionalidad, contar con un
programa oficial de cursos graduados (antes la profesión médica se aprendía
solo con la práctica) y evaluar mediante exámenes[vi].
Gracias a la Escuela de Salerno la medicina
salió de los monasterios y se convirtió en una disciplina científica. Otro
mérito fue que no solo se ocupaba de los enfermos, sino también de los sanos
mediante actividades de prevención, alimentación saludable y actividad
física[vii].
Sobre esta escuela se ha escrito un poema:
Regimen Sanitatis Salernitanum. De autor incierto y escrito probablemente en el
siglo XIII, hay muchas versiones del mismo, pero la más aceptada contiene 352
versos. El poema habla de la formación médica y de los distintos métodos de
tratamiento que se enseñaban[viii].
La Escuela de Salerno empezó a perder
importancia en el siglo XIII, acaso por la creación de la vecina Escuela de
Nápoles (1224) y las Universidades de Bologna (1088), Padua (1222) y
Montpellier (1289). Estas son consideradas habitualmente como las primeras universidades
europeas, aunque hay quienes sostienen que este reconocimiento debería
corresponderle a la Escuela de Salerno. En 1748 todavía era consultada por la
Facultad de Medicina de la Universidad de Paris para dictaminar sobre la
diferencia entre médicos y cirujanos.
Nominalmente siguió existiendo hasta que fue
cerrada el 29 de noviembre de 1811 por el Rey de Nápoles Joaquín I Napoleón,
con motivo de la reorganización del reino napolitano. Como “Cátedra de Medicina
y Diritto” se mantuvo hasta 1861 cuando fue cancelada por el ministro de
educación italiano Francesco de Santis.
Sin embargo, nos dejó como legado el modelo
de formación médica que –con modificaciones- se mantiene hasta la actualidad.
El 18 de noviembre de 2005 numerosas personalidades firmaron el Acta
Fundacional de la Facultad de Medicina de la Universidad de Salerno –que
comenzó a funcionar en el periodo 2006/2007-, que se presentó como continuación
y heredera de la Escuela medieval.
Fuente: Luciano Andrés Valencia, Revista de Historia
Revisión y Diseño: elcofresito





Comentarios
Publicar un comentario
Todos los comentarios deberán guardar el respeto y la consideración hacia los demás, así como el uso de términos adecuados para explicar una situación. De no cumplirse con estos requisitos los comentarios serán borrados.